«Tendrá que ver cómo compatibiliza sus aspiraciones presidenciales con la conducción del partido, que tiene que ser neutral», expresó. Y advirtió que peligra la armonía del partido en Mendoza si no aclara este punto.

Julio Cobos condicionó la candidatura de Ernesto Sanz a presidente del radicalismo a nivel nacional. A pesar de que el senador mendocino tendría los votos necesarios para alzarse con ese cargo a comienzos de diciembre, su comprovinciano se mostró como un potencial opositor: “Tendrá que ver cómo compatibiliza sus aspiraciones presidenciales con la conducción del partido, que tiene que ser neutral hacia adentro y hacia afuera”, expresó.

Cobos recordó que en 2011 Sanz “renunció al cargo partidario para ser candidato a presidente de la Nación” y sostuvo que este es un tema que el senador “tiene que aclarar, sobre todo en Mendoza, para trabajar en forma armónica, como ocurrió en las últimas elecciones”.

Las declaraciones de Cobos, que también tiene aspiraciones presidenciales para 2015, elevaron el tono del conflicto con Sanz, que se inició la semana pasada. El diputado nacional electo culpa a su correligionario de la Cámara Alta por la derrota que sufrió a la hora del reparto de cargos y roles en el Congreso.

Cobos quería ser presidente de bloque en la Cámara de Diputados y parecía tener el guiño de la cúpula partidaria, pero cayó derrotado en la votación, que favoreció a un cordobés: Mario Negri.

El ex vicepresidente reaccionó con dureza ante esa decisión y acusó a los principales referentes nacionales del radicalismo de concentrar el poder. Los comparó, en ese sentido, con el propio kirchnerismo.

Este martes, Cobos afirmó a Elevediez que la pelea por los cargos en el Congreso es “un capítulo cerrado”, aunque insistió en marcar diferencias: “Nosotros vamos a seguir reclamando un radicalismo más abierto, de equilibrio institucional, con total neutralidad y vocación para consensuar con otras fuerzas políticas”, afirmó.

Conflicto. La definición de la presidencia nacional de la UCR tiene fecha para el próximo 13 de diciembre y Sanz hizo durante buena parte del año una campaña intensa para que los delegados de la mayoría de las provincias lo voten a él.

Cobos evitó pegarle a Sanz durante el fin de semana. Pero este martes lo cuestionó con nombre y apellido cuando se le preguntó sobre el sucesor de Mario Barletta en la conducción partidaria: “Se habla del doctor Sanz, pero nosotros no hemos sido consultados”, recalcó.

El ex gobernador, de todos modos, no dio opciones para ese cargo. Eso sí, en su entorno, quieren que se abra la discusión. Un nombre en danza en ese sentido es el de Ricardo Alfonsín, aunque hay quienes apuestan incluso a extender el mandato del actual presidente, Mario Barletta.

Lo cierto es que el incidente Cobos-Sanz amaga con hacer ruido en Mendoza en la relación entre los radicales, a pesar de que la UCR ganó con amplitud las elecciones del 27 de octubre.

Sergio Pinto, quien la semana que viene asumirá en lugar de Alfredo Cornejo como titular del comité provincial, se muestra cada vez más preocupado por el rebrote que puede tener la interna en Mendoza a causa del enfrentamiento entre los dos líderes nacionales.

Aunque hay que decir que todavía no se observa que los radicales mendocinos vayan a hacer causa común contra Sanz. En este sentido, algunos critican la ingenuidad de Cobos a la hora de lanzar su candidatura en Buenos Aires.

La votación para elegir el presidente del comité nacional de la UCR estará a cargo de cuatro delegados por provincia. En el caso de Mendoza, votan el propio Sanz, pero los otros tres representantes son allegados a Cobos. Se trata de la senadora Laura Montero y el intendente de Rivadavia, Ricardo Mansur.

El cuarto hombre es el propio Alfredo Cornejo, quien este martes ventiló que no tiene definido su voto.

Fuente: El Sol