Desde hace algunos días circula la información en los medios, de que algunos compuestos que se utilizan en la fabricación de embutidos son cancerígenos. Pirámide Informativa accedió a la opinión de la decana de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) que depende de la Organización Mundial de la Salud había dado a conocer esta información que después fue tomada por los medios de comunicación y dada a conocer de manera poco clara. Al respecto se refirió, la Ingeniera Alicia Ordoñez, decana de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la Universidad Nacional de Cuyo, quien pidió “mayor prudencia” a la hora de dar a conocer este tipo de informaciones. Es necesario diferenciar entre lo que es evidencia científica y el cómo se da a conocer la información, es decir, cómo se interpreta una evidencia científica.

Explica la ingeniera que los embutidos, llevan sustancias potencialmente peligrosas, como son los nitritos (que permiten conservar el color) o sulfitos. Lo que ocurre es que son cancerígenos pero en una ingesta determinada muy superior a lo que una persona normal puede comer.

En las carnes, la evidencia científica no ha identificado cuál es el componente que tiene como tal (carne sin procesamiento) que pueda llegar a producir cáncer. Pero en todos estos casos, es muy difícil que una persona esté comiéndose diariamente, dos kilos de embutidos. “Es muy difícil que una persona se alimente estrictamente a embutidos y no consuma nada más. Por eso, hay que ser muy cauto con todo esto”, dijo la profesional.

Explicó que hay muchos alimentos y –fundamentalmente– bebidas que tienen componentes cancerígenos, como es el ciclamato de sodio (presente en gaseosas y edulcorantes). Sin embargo, también se habla de cantidades, ya que las ingestas diarias admitidas están vinculadas al kilo de peso que tenga la persona. “Recomiendo que se tenga confianza en las autoridades y que la persona sea medida en el consumo. En el caso de los embutidos, que no tenga una dieta basada en embutidos, porque no solo podría ser precursor de esas enfermedades sino también de otros problemas, como puede ser la obesidad u otras patologías muy graves también”, concluyó.