En las instalaciones de una fábrica abandonada, bomberos quemaron de manera “controlada”unos mil kilos de pirotecnia que había sido incautada durante las fiestas pasadas.

 Gabriel Garnica, director del Registro Provincial de Armas (REPAR) y del Registro Provincial de Empresas de Vigilancia Privada (PEPRIV), explicó que lo quemado, fue la pirotecnia decomisada durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Resaltó que de los 1611 kilos confiscados por Bomberos y Policía de Mendoza en la provincia, más de mil se encontraron en locales clandestinos de San Rafael, General Alvear y Malargüe. “Todos los años decomisábamos entre 100 y 200 kilos de pirotecnia y este año fueron 1611”, dijo.

 Se trata de elementos que no tenían la autorización correspondiente, porque quienes la vendían lo hacían de manera irregular, lo cual era un peligro para quienes iban a comprar.

 El proceso comienza con sacar los elementos pirotécnicos de los bultos secuestrados, se desarman las cajas y plásticos que lo envuelven, se colocan en una pileta con agua durante tres días, se orea y se incinera rociándolo con combustible. Si bien están mojados, hay algunos tipos de elementos a los que el agua no les entra o les entra en muy baja cantidad, por lo que durante el proceso se produjeron algunas explosiones menores de todas maneras.

 El equivalente en dinero de lo quemado este miércoles, tenía un valor aproximado al millón de pesos.