Este martes se inauguró  la sala de quemados en el hospital Schestakow. Era una necesidad imperiosa para el sur mendocino y pudo llevarse a cabo gracias a la generosidad de mucha gente, especialmente de los miembros de la cooperadora del hospital.

 El acto fue propiamente en el lugar y contó con la presencia del director del nosocomio, Armando Dauverné, en representación del intendente, la presidenta del Concejo Deliberante, Cristina Da Dalt, el director municipal de Salud, Samuel Barcudi, miembros de la cooperadora del hospital, además de personal médico y de enfermería.

 La cooperadora del hospital Schestakow cumplió 58 años y como las obras trascienden a las personas festejaron inaugurando el servicio de quemados, viejo anhelo del sur mendocino que se vio concretado tras el corte de cintas y una bendición religiosa de manos del Padre Mario Gutiérrez.

La Fundación Williams donó para este servicio un desfibrilador, aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la parada cardiorres

piratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente.

 La Sra. Doli de Temporín, presidenta de la cooperadora señaló que es una tarea que se proponen continuar y que tiene como objetivo ayudar al enfermo carenciado. “Hoy tenemos que agradecer a las señoras que nos precedieron y que nos dejaron el camino abierto para trabajar en pos de tal objetivo”, dijo y destacó la importancia de las labores del  Dr. Armando Dauverné que siempre estuvo a su lado, a Patricia Cuello, alma de la organización junto a otras socias e integrante de comisión de cooperadora. A Emma Bustamante y a los médicos que estarán a cargo del servicio de quemados, al personal de mantenimiento y a otros integrantes de esta invalorable obra.

 El Dr. Armando Dauverné resaltó el rol de la cooperadora no solo con el hospital, sino principalmente con la gente que lo necesita. “Esto que han hecho lo va a gozar todo el sur de la provincia, así que hay que agradecer a las ‘chicas’ de la cooperadora que siempre se mueven, que siempre están y a todos aquellos que han colaborado”.