Quizás el gran cambio que se nota este año con respecto a los anteriores sea que los salarios, tanto del personal dentro de convenio como los jerarquizados, no le ganarán ni igualarán a la inflación. Con una inflación proyectada entre 35 y 40%, los incrementos serán, en promedio, de 30%. 

Consultado por LA NACION, Javier Tabakman, consultor de Mercer, respondió que «éste es un problema, pero es el primer año que pasa. Los años anteriores los incrementos venían de la mano del costo de vida, pero este año, por la aceleración de la inflación, los incrementos no están llegando a ese nivel, y eso genera tensión. Es parte del aumento de la conflictividad, del ausentismo, de la baja del compromiso. Es un problema. En términos generales, sí, hay una pérdida del poder adquisitivo».

El sector privado registrado, que contempla la encuesta de Mercer y que contiene mayormente a quienes están dentro de algún convenio, desde diciembre de 2001 tuvo un aumento de 1205%, con una inflación real de 920% (410%, según el Indec). Es decir, quienes ganaban 100 pesos en 2001 hoy perciben 1205 y le ganaron a la inflación real.

Una situación muy diferente es la vivida por los jerarquizados, que tuvieron un aumento de 869%, con pérdida de poder adquisitivo y el llamado solapamiento salarial, es decir, subordinados que se acercan o incluso superan los sueldos de sus jefes. Así, este año no hay vencedores en la puja salarial: todos pierden poder adquisitivo frente la inflación real.