El legendario guitarrista mexicano acaba de lanzar “Corazón”, un álbum de duetos con artistas latinos. Reivindica el español y anuncia una nueva visita a la Argentina.

Es mayo en Miami y con 30 grados que se pegotean a la piel sólo un auténtico rockero como Carlos Santana (66) se puede animar a usar un tapado de cuero hasta la rodilla.

El abrigo, sin embargo, no le sobró en esa habitación congelada por el aire acondicionado del Hotel Four Seasons donde tuvo un mano a mano con Clarín, horas antes de comenzar a mostrar los nuevos temas de su flamante álbum Corazón, en un show en las afueras de la ciudad.

Como hizo en 1999, para su exitoso Supernatural, en su primer disco en español, que recién salido del horno ya está primero en el ranking latino de Billboard, el músico volvió a armar duetos, esta vez con artistas latinos de la Primera A como Gloria Estefan, Juanes y Pitbull. Y entre ellos, Los Fabulosos Cadillacs, Diego Torres y Soledad, más el CEO de Sony Latin, Afo Verde, en el rol de productor. “Un gran arquitecto”, lo elogia Carlos.

A Santana le gustan las colaboraciones colectivas “llenas de buena energía”, que le dan la posibilidad de expandir su mensaje místico de paz y armonía universal. Otra colaboradora, en Corazón (y en su corazón) es su esposa, Cindy Blackman Santana, la ex baterista de Lenny Kravitz con quien se casó en Hawaii en diciembre de 2010. Se lo nota enamorado.

“Mis conocidos dicen que más que música, parece que hacemos el amor arriba del escenario”, dice, sonriendo con picardía. Después de Dios, las mujeres son su tópico de conversación favorito. “Me gusta vivir sin miedo y con alegría, por eso vivo con Cindy. Ella no tiene miedo. Si la ves tocar es como Bruce Lee. Es importante que los hombres no les tengan miedo a las mujeres.” Este es tu primer álbum latino, pero se te reconoce como el padre del rock en español. ¿Te gusta eso?

Cargar con esos títulos es un peso, es como cargar con tu cajón. Yo estoy vivo, y me siento joven y con ganas de seguir aprendiendo.

Tocaste en Argentina por primera vez hace 30 años. ¿Qué recuerdos te dejamos?

Fue en 1973. Fue maravilloso. Había mucha energía, mucho entusiasmo. Nos encantó cómo nos recibieron y por eso me dan ganas de regresar. Será, quizás, para esta época el año que viene. Me encantaría poder hacer dos shows. Uno con entradas pagas, para poder costear los gastos del viaje, y otro gratis. Quizás las autoridades me puedan ayudar en eso.

¿Cómo se dio que haya tantos argentinos en tu disco?

Gracias a Dios, la vibración de Argentina con Santana es un intercambio que da fruto a música mundial que trasciende a la Argentina y a los Estados Unidos. Estoy con mucha gratitud porque esos artistas comparten su luz, su música, su sabiduría y su corazón con nosotros.

¿Habías escuchado antes a Los Fabulosos Cadillacs?

Había oído de ellos, pero no me esperaba que tuvieran tanta fibra. Tocan con mucha energía; son como los Red Hot Chili Peppers. El bajista (Flavio) me encanta. Es que le meten tanta rabia divina a lo que hacen que se me paran los pelos. Me gusta que un músico me mueva como un tren. Y ellos son como un huracán o un terremoto. Si fueran boxeadores noquearían a todos… ¿Por qué Diego Torres hace también una versión de su tema en inglés?

Porque la canción es tan linda que las mujeres que sólo hablan inglés tienen que saber lo que dice la letra. Si la entienden, qué mujer no se derrite como mantequilla con Amor correspondido. A ellas les gusta que las adoren. Creo que los cantantes latinos le saben hablar a las mujeres. Nosotros tocamos la música para hacer que las mujeres estén felices. Y los músicos ‘anglos’ tocan su música para tener más ceros a la derecha, y más carros y casas.

Lleva puesto uno de sus sombreros de colección, con un corazón. Aclara que su marca de zapatos y carteras le permite atender las necesidades de las mujeres y que la ganancia va para la Fundación Milagros, que se ocupa de chicos carenciados. “Todo es energía; yo no lo llamo dinero”, aclara.

Aunque el inglés es su idioma cotidiano, ha querido hacer la entrevista en español, y eso lo obliga a traducir en el momento, a masticar el idioma como esos chicles que saborea cuando toca. A los “gringos” que van a sus shows les pide que aprendan español, y les habla de la maravilla de ser bilingües.

¿Presentaste tu disco en Guadalajara para reencontrarte con tus raíces?

Mucha gente dice que cuando completas el circulo te mueres; yo no creo en eso. El año que viene quiero ir a México y tocar en esos lugares en lo que nunca estuve.

¿Se van a sumar los artistas invitados al tour de “Corazón”?

La puerta está abierta. Si quieren venir, serán bienvenidos. Si yo pudiera agarro un avión 747, lo lleno de comida, agarro a todos y me los llevo por el globo a tocar, en Rusia, en China … y dejaría ese dinero para los pobres de cada pueblo.

Vas a tocar en Brasil el himno oficial del mundial. ¿Te gusta el fútbol?

Lo respeto, pero yo me salí de Jalisco y de Tijuana muy chiquito. Mi padre y mi hermano sí lo juegan; yo me crié en San Francisco. Me gustan más el básquet y el tenis. Aunque cada cuatro años, para estas ocasiones se pone lindo y lo sigo. Pero creo que todo el dinero que se gana en el Mundial debería quedar en las favelas, para hacer escuelas y clínicas. Dios querría eso.

¿Algún favorito?

Va a ganar el que le meta más furia y unión como equipo.

Fuente: Extrashow!