Después de que los fondos perforaran los 30 mil millones de dólares, el jefe de Gabinete aseguró que el Gobierno los utiliza para cancelar vencimientos; eludió hablar del dólar blue

«El nivel de reservas hoy tiene que ver con el esfuerzo hecho por los argentinos para pagar deudas, por ejemplo casi 10 mil millones de dólares con el FMI [Fondo Monetario Internacional]. ¿El pueblo se imagina el condicionamiento para no tener autonomÍa?», interrogó Capitanich en medio de su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, y respondió: «Hubiera sido ajuste y recesión. Argentina optó por el ejercicio pleno de la soberanía y la autonomía».

Ayer, según logró establecer LA NACION de fuentes oficiales, el 75% de la caída de reservas se produjo por la cancelación de unos US$ 120 millones que se giraron para achicar una millonaria deuda que el país mantiene con Bolivia por la importación de gas. El déficit de la balanza energética llegó a los US$ 7000 millones durante 2013 y sigue en ascenso. Capitanich dijo hoy que en diciembre pasado el Gobierno pagó 527 millones de dólares por el bono discount.

La caída de reservas se espiralizó luego de que el Gobierno impuso el denominado cepo cambiario, precisamente, intentando evitarla. Con la baja de ayer, el derrumbe alcanza los 22.796 millones desde el 26 de enero de 2011 (cuando alcanzaron un récord de US$ 52.654 millones). Pero el 77% de esa pérdida se produjo desde el momento en que se comenzó a impedir el libre acceso a la moneda estadounidense.

Ante las críticas, el jefe de Gabinete apuntó contra los diarios «con impronta financiera en el mundo» y remarcó que con ellas «se observa que el precio de mantener autonomía y soberanía conspira contra estas editoriales. Tenemos que defender lo nuestro, la producción, la industria y el empleo».

El ministro coordinador negó así las críticas y enfatizó que «hoy lo que es importante es quebrar la lógica de convertibilidad» ya que «no necesariamente tiene que haber una asociación entre el volumen de reservas y la base monetaria».

Pese a ser consultado, eludió responder sobre el dólar paralelo, que ya se paga en la calle más de $ 11. Ayer, además, el peso se desvalorizó oficialmente otro 0,75% frente a la divisa estadounidense, al subir 4,5 centavos el tipo de cambio comercial (el que les pagan a los exportadores o les cobran a los importadores), que pasó de $ 6,71 a $ 6,7550, para marcar un nuevo récord. Esa fue una estrategia del BCRA para no tentar a exportadores y evitar entregar más billetes.