Se trata de un producto que, por ley, debe estar bajo un precio preestablecido en todos los locales donde se expenden comidas. Cada vez más controles para que esto se cumpla.

 El vino Turista es un vino de bajo costo que fue ideado para que el turista o cualquier persona que desee comer mientras disfruta de la “Bebida Nacional”, pueda hacerlo a un precio razonable, puesto que muchas veces el vino se convertía en un producto de lujo dentro de la carta de los restaurantes.

 Es por eso que el precio del vino Turista fue impuesto por la Secretaría de Comercio Interior con un valor de 20 pesos la botella de genérico y 25 pesos el varietal. Éste último podría llegar a subir hasta diez pesos en los próximos meses, aunque aún se está evaluando. Cabe aclarar que solo se conseguirá en los locales gastronómicos, ya que no puede comercializarse en supermercados, vinerías, etc.

  Julio Juri, jefe de la Zona Sur del Instituto Nacional de Vitivinicultura explicó que se trata de un muy buen vino y que no debe ser subestimado solo porque no se vende al valor de otros. Esto es porque se hace una cata del vino, de cuya degustación participa tanto el sector público como por el privado y para ser aprobado debe dar un puntaje superior a 80 puntos

 Juri explicó que, específicamente en San Rafael, donde Totals es la única bodega que lo elabora, este vino ha dado buenos resultados. Por ahora se manejan volúmenes acotados, ya que son partidas de 40 mil pesos las que se permiten hacer. Además de esa, hay solo dos bodegas más que lo elaboran en el país y ambas están también en Mendoza.

  En algunos comercios ha habido un poco de resistencia a ofrecer el Vino Turista ya que no deja la misma ganancia que los demás. Por lo mismo, el funcionario aseguró que hay inspectores chequeando que este producto se encuentre efectivamente en las cartas de los restaurantes y todo tipo de locales donde se expendan comidas. Además debe haber cartelería indicando la existencia del mismo.