Otra vez Cristina Kirchner eligió el silencio a pesar del triunfo de un gobernador peronista. Pero el arquitecto de la ‘nueva’ Cristina, Alberto Fernández, avisó anoche que esta semana va a responder, punto por punto, al planteo de Mauricio Macri a la oposición. La ex presidenta esperaba que su ex ministro Axel Kicillof regresara de Estados Unidos para preparar una carta como respuesta a la misiva oficial del Presidente en la que le envió los mismos diez puntos que al resto de los precandidatos a presidentes de la Nación.

Habrá, además, alguna aparición de ella, sin apuro, dicen, pero sin la envergadura de la Feria del Libro donde, excepto por los insultos a una periodista de Canal 13, evalúan como positivo todo lo que pasó.

Se suma al entusiasmo K el discurso de Juan Schiaretti tras su aplastante triunfo. «No fueron palabras anticristinistas, habló de los desaparecidos y cuando hace referencia a una propuesta republicana no está diciendo que Cristina no lo sea porque ella es republicana» dijo un hombre del riñón K a Infobae. Uno de sus ex ministros señaló que «es una equivocación verla en contra de las instituciones, podrán decir de ella muchas cosas pero nunca iría contra la institucionalidad del país», en referencia a su visión de la Constitución y la Justicia, por ejemplo.

El triunfo de Schiaretti entusiasma al amplio abanico opositor

El triunfo de Schiaretti entusiasma al amplio abanico opositor 

La noche del domingo, la ex presidenta expresó sus condolencias vía Twitter a la familia del diputado radical Héctor Olivares, quien murió tras haber sido baleado en la vía pública cerca del Congreso, el jueves pasado. En cambio no hubo saludo para el peronismo cordobés. Tiene una explicación: «No es el estilo de comunicación, en ninguna elección hubo felicitación» aclararon en el Instituto Patria.

El plan de Cristina continúa como arrancó hace ya algunos meses, cuando volvió cerca suyo Alberto Fernández. «Hacía falta», reflexionó sobre él alguien que celebra también que se haya sumado en Capital a figuras como Fernando ‘Pino’ Solanas, Victoria Donda y Claudio Lozano.

Ella apuesta al efecto dominó del año electoral e insiste con la unidad del peronismo. Es cierto que bajó sus listas donde no hubieran ganado sus candidatos pero también ordenó concentrar esfuerzos, incluso codo a codo con adversarios internos, para evitar «que el mapa se tiña de amarillo». Su apuesta, antes del cierre de las alianzas el 12 de junio, es repetir triunfos peronistas en La Pampa el 19 de mayo, en San Juan y Misiones el 2 de junio y en Entre Ríos y Chubut el 9 de junio aún cuando esos gobernadores no son cercanos al kirchnerismo.

Córdoba fue parte de la estrategia pero el único saludo formal fue el de Alberto Fernández, el ex jefe de gabinete nacional que se comunicó con un diputado y operador de Schiaretti . «El Gringo hizo una gran elección», dijo anoche Fernández en declaraciones televisivas. Subrayó que «en Córdoba Cristina le está ganando a Macri» y en comparación con otros turnos electorales pasó factura: «No le quitamos votos a nadie, les aportamos».

Alberto Fernández en la presentación de “Sinceramente” el libro de CFK

Alberto Fernández en la presentación de “Sinceramente” el libro de CFK

Cristina Kirchner no festejó en público pero remarcó en privado el acierto de mandar a La Cámpora cordobesa a trabajar por Schiaretti y fundamentalmente por el diputado Martín Llaryora que le arrebató al radicalismo la intendencia de la ciudad Capital. La estrategia la llevaron adelante Martín Fresneda, ex secretario de Derechos Humanos del gobierno de Cristina Kirchner, y la diputada nacional Gabriela Estévez, muy cercana a ella y a Máximo Kirchner que hasta escribieron cartas públicas pidiendo el voto para las listas del gobernador.

Las conversaciones con el peronismo cordobés no K habían comenzado el año pasado en una cena que compartieron Máximo Kirchner con José Manuel de la Sota, su hija Natalia De la Sota, concejal, y la diputada Estévez. «Que no gane Mauricio Macri», fue el denominador común de aquel encuentro. A pesar de la sorpresiva muerte de De la Sota, continuó el buen vínculo con su hija.

La cuestión es que en Córdoba hay peronistas que quieren a Cristina Kirchner y peronistas que no la quieren: una obviedad. Desde el Instituto Patria midieron los votos propios: aseguran que un tercio de los sufragios a favor de Schiaretti (sacó 54%) los aportó el kirchnerismo. Lo recordó anoche Alberto Fernández que además ve una Cristina ganadora en ese distrito. Lo que admitió también es que «el Gringo» prefiere no nacionalizar su elección. Habrá que esperar a ver si lo hace porque son muchos los que aguardan un gesto.

Cuentas parecidas a las de Córdoba hacen en el kirchnerismo respecto a otros distritos donde reforzarán el respaldo a los gobernadores. En algunos casos se acordaron lugares en las listas y en otros como Córdoba se resignó todo.

Por el cronograma escalonado también antes del cierre de listas se elegirán los gobernadores de Santa Fe, Tierra del Fuego y San Luis y en todos los casos se esperan triunfos no macristas. «Hasta fin de año el Gobierno se expone a un desgaste permanente», respondió a Infobae Alberto Fernández.

Mientras tanto Cristina Kirchner se resguarda. Sabe que el Gobierno celebró su presentación de 39 minutos en la Feria del Libro y aprovechó para cuestionarla a ella y a su gestión. Se mostrará, sin apuro. Incluso tal vez no se apure en responder los diez puntos de Macri porque «el propio Gobierno no está apurado, ya estos días lo sacaron de agenda», consideraron en su entorno.

Los números entusiasman al kirchnerismo que insiste en fortalecer los liderazgos provinciales. También en la Capital donde si hay PASO será para saldar diferencias y ampliar las bases del peronismo hacia una diversidad de fuerzas locales.

A modo de devolución de gentilezas Alberto Fernández estuvo este lunes por la noche en el acto del Paseo La Plaza donde Victoria Donda y otros referentes lanzaron el frente «Ampliar la Unidad» que competirá, con reglas y prometida cordialidad, contra Mariano Recalde y Unidad Ciudadana. El amigo de Cristina y del Papa Francisco Eduardo Valdés estuvo en el mismo acto, como también lo hizo Fernando ‘Pino’ Solanas que el jueves pasado acompañó a Donda a la Feria del Libro y al kirchnerismo que cantaba «Cristina presidenta».

Sin embargo la interpretación del discurso de Schiaretti es exactamente la contraria en las oficinas de Paraguay al 1100 donde Roberto Lavagna recibió a Miguel Ángel Pichetto; al gobernador socialista Miguel Lifschitz; a los radicales Ricardo Alfonsín, Federico Storani, Juan Manuel Casella y César Martucci, los cuatro bonaerenses que pidieron con diplomacia una pronta definición sobre la precandidatura del economista y por el GEN a Sergio Abrevaya en representación de Margarita Stolbizer que avisó que hubo una confusión y que creía que la reunión era el miércoles y no el lunes por la tarde. Ellos oyeron una posición antigrieta, vieron al cordobés parado en la tercera vía y tan lejos de Mauricio Macri como de Cristina Kirchner. Todo eso los entusiasmó.

Lavagna les dijo por su parte que tiene agendada una reunión con los gobernadores pero no les blanqueó ni horario ni fecha. Y habría pedido paciencia y no apurar a Schiaretti que probablemente se tome por lo menos una semana para disfrutar sin nacionalizar su triunfo.

Fuente:https://www.infobae.com/politica/2019/05/14/cristina-kirchner-apuesta-al-desgaste-electoral-de-mauricio-macri/