Los efectos benéficos para la salud de consumir “una copa” de vino por día han sido destacados desde hace muchos años. Pero además, sostienen que los vinos argentinos – y en particular los mendocinos – tienen potenciadas las cualidades en ese plano.

“El vino argentino tiene más efectos beneficiosos para la salud que otros”, sostiene Carlos Fiochetta, gerente general de Coviar, la Corporación Vitivinícola Argentina. Y presenta sus argumentos.

Un trabajo encargado por el Fondo Vitivinícola a entidades científicas llegó a esta conclusión. El informe señala que aunque se ha estudiado mucho el vino no ha sido tan así para los productos argentinos en particular pero fundamentalmente subraya que los vinos argentinos presentan una alta capacidad antioxidante, es decir que ralentizan el envejecimiento del organismo.

El resultado surgió de compararlos con productos similares de Francia, España, Italia y Chile.

Esto se debe a su alto contenido en polifenoles, con propiedades antioxidantes.

“El manejo del cultivo, a través de la variable “rendimiento”, fue el factor de mayor influencia sobre el perfil polifenólico de los vinos. En efecto, los viñedos con más bajos rendimientos de uva por hectárea dieron origen a los vinos más concentrados en polifenoles y, por consecuencia, con mayor poder antioxidante “, concluye el trabajo respecto de las causas.

El doctor Oscar Mendiz, director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro advirtió: “el vino que tiene componentes antioxidantes y hay quienes sostienen que el vino de altura tendría más”.

Por ello, la Fundación Favaloro y la Coviar firmaron en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, un convenio para promocionar el consumo de la bebida nacional (ver aparte).

Beneficios

El consumo moderado de vino se asocia a una reducción de los riesgos de presentar enfermedad cardiovascular. Hay que tener en cuenta que esta es la principal causa de muerte en hombres y mujeres en los países occidentales y que Argentina no escapa a esa realidad.

Un documento de la Federación Cardiológica Argentina sale en defensa del producto, en relación a una carga negativa que se ha instalado sobre el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

“La comunidad científica acepta que dentro de un cierto rango de consumo diario existe una disminución de mortalidad”, resalta. Esto particularmente asociado a la reducción de los riesgos para desarrollar enfermedad cardiovascular, la cual consiste en la obstrucción de las arterias del organismo por la acumulación de partículas de colesterol oxidado en las paredes de las arterias lo que se llama placa aterosclerótica. Cuando esta obstruye una arteria, impide la circulación de la sangre y se produce un infarto, es decir la muerte del tejido, lo cual puede suceder en el cerebro (ACV) o en el corazón (miocardio).

Vino tinto

El vino tiene un alto poder antioxidante gracias a los polifenoles que contiene, los cuales tienen más presencia en el vino tinto.

“De manera que aquello que impida que el colesterol se oxide (antioxidantes) para que no se acumule en la pared arterial, aumente el transporte del colesterol fuera de las arterias hacia el intestino (HDLc), impida la agregación de las plaquetas y la fibrina formado coágulos será factor protector de la enfermedad cardiovascular”, menciona la entidad.

En este sentido, el cardiólogo Daniel Giménez comentó que el alcohol tiene beneficios sobre el perfil lipídico. “Mejora el colesterol bueno (HDL) y disminuye el colesterol malo (LDL), son los beneficios de los taninos que están más presentes en las uvas tintas”. Subrayó que se debe tener en cuenta que no haya contraindicaciones ni intolerancia.

Efecto contrario

Esto siempre y cuando se consuma una medida de entre 200 y 300 cc de vino diarios, es decir un vaso. Por encima de ese consumo el efecto es el contrario.

“Cuando se aumenta la dosis aumentan las riesgos de muerte por varias causas”, dijo Mendiz quien enumeró que hay más riesgos de accidente cerebrovascular (ACV), diabetes, enfermedad cardiovascular y accidentes.

“La discusión gira en torno a que una dosis moderada es beneficiosa pero si te excedés pasa a ser malo, esto sucede con muchas otras cosas en la medicina, nadie deja de comer porque se muere pero si comes mal te podes enfermar”, graficó.

Por eso destacó que hay que tener en cuenta que el alcohol tiene un poder adictivo y cómo influye el contexto y modo en que se consuma como un plus o punto negativo.

“Si uno toma un vaso de vino con amigos, relajado, está bueno porque sociabilizar hace bien, es algo que disfrutás pero si la reunión sirve para emborracharse no está bueno”, resaltó.

Apoyo de los cardiólgos

Los médicos cardiólogos reconocen que suelen recomendar el consumo de un vaso de vino diario como medida preventiva para la enfermedad cardiovascular. Pero destacan que por sí sola no es suficiente.

El doctor Oscar Mendiz, miembro de la Fundación Favaloro dijo que los cardiólogos suelen recomendarlo, pero ese es uno de los consejos que se da. También se debe mantener una vida saludable en general lo que incluye los vínculos afectivos y las relaciones sociales. También se debe hacer actividad física, realizarse controles médicos y comer verduras y frutas.

“A nadie se le ocurre decir que se tome un vaso de vino que es agua bendita”, dijo con humor.

Acuerdo para investigar

La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y la Fundación Favaloro firmaron un convenio por el cual trabajarán en conjunto para promover el consumo moderado de vino como un medio para cuidar la salud cardiovascular.

Aunque lo firmado es un acuerdo marco de cooperación y hay que pulir cuáles serán los pasos a seguir, esto también incluye la posibilidad de realizar investigaciones con vinos argentinos, algo que aseguran no ha sido muy desarrollado.

El Plan de Acción para la promoción y difusión del Vino Argentino Bebida Nacional al que adhirió la Fundación fue firmado en el Desayuno de Coviar que se realizó el sábado en el marco de los festejos de la Vendimia.