San Rafael, Mendoza 06 de julio de 2025

Observatorio de Seguridad Pública en San Rafael:

Antropología Social, Etnografía y Autarquía

LA Seguridad pensada desde un enfoque distinto.

Prevención y Políticas Públicas.

Presentamos aquí un nuevo enfoque con el que revitaliza y engloba todos aquellos estudios que, dentro de la Antropología Social, tienen como objeto principal al hecho criminal. Así, etnografías sobre comunidades delictivas, análisis antropológicos de las instituciones relacionadas o estudios multidisciplinares sobre actuaciones que se llevan a cabo en este entorno y que se presentan bajo otras ramas de la ciencia, podrían tener un espacio común bajo esta nomenclatura. En definitiva, una rama de la Antropología Social dedicada a las prácticas delictivas y violentas como elemento central en su estudio.

En este instrumento, debería resultar una tarea prioritaria la articulación de estrategias de política de Seguridad Pública coherentes y unitarias que comprometan interdisciplinariamente a todas las áreas del Estado  vinculadas al fenómeno de la violencia, y a la sociedad en su conjunto. El Estado no debe “compartimentalizar” sus decisiones en términos de seguridad, porque ésta, a su vez, es parte de una sola política y porque la fragmentación acerca a la frustración.

El abordaje de los aspectos conflictivos que incidan sobre la seguridad objetiva o subjetiva de los ciudadanos deberá concebirse estratégicamente como un todo armónico, sin fisuras ni arrestos voluntaristas o espasmódicos. La clave de su éxito posible radica en su coherencia, su persistencia en el tiempo y su respeto permanente por los Derechos Humanos. Serían entonces, algunas funciones a cumplir por el Observatorio del Delito, las siguientes: relevar mediante estudios, estadísticas y encuestas de victimización, la evolución -aumento o disminución- de la conflictividad, el delito y la violencia en todo el ámbito provincial. En especial, de la violencia institucional en cualquiera de sus formas.  Confeccionar “cartografías de contravención” regionales, para definir sus connotaciones situacionales, variables horarias, características de los acometimientos, de las víctimas y de los victimarios, su extracción social, “modus operandi”, niveles de organización, variaciones estacionales y motivaciones, debiéndose en todos los casos preservar la privacidad y confidencialidad de los datos identificatorios inherentes a ofensores y víctimas.

Luego, con los datos relevados, determinar las situaciones problemáticas, los grupos de riesgo, tanto de infractores como de víctimas, las particularidades y las rutinas de los victimarios, delineando las medidas de prevención situacional o social concretas en cada caso.  Relevar mediante estudios etnográficos, la evolución de la preocupación de la población respecto del delito y la violencia. Este es un dato fundamental a recabar, que influye decisivamente en la construcción de narrativas, y en las lógicas y las prácticas de las agencias de control social punitivo. Desplegar estrategias de prevención situacional adaptadas a las diferentes formas mediante las que se expresan la criminalidad o la violencia en cada zona de las distintas ciudades y centros urbanos, que tengan por objetivo la reconciliación, la restauración y la composición. Redefinir estrategias tendientes a la unificación y coordinación de las acciones políticos criminales que emprendan los distintos actores institucionales y sociales involucrados, a fin de evitar dispersión de esfuerzos o medidas contradictorias que conducen a su propia neutralización.

Realizar evaluaciones con fines estadísticos para determinar la composición social actual de las personas privadas de libertad en establecimientos carcelarios, determinando variables tales como edad, niveles de educación formal, grupo familiar u otros grupos de referencia, estándares de reincidencia, etcétera. Realizar evaluaciones e investigaciones cualitativas para determinar el impacto de la cárcel en las personas, una vez que recuperen su vínculo con el mundo libre. Llevar a cabo relevamientos que permitan establecer conclusiones de denuncias interpuestas respecto de funcionarios de prisiones por conductas que impliquen cualquier tipo de violencia sobre las personas privadas de libertad. Optimizar las pesquisas de determinados delitos, recuperando el papel de los gobiernos locales y provincial. Estudiar en el corto plazo los patrones que muestran la incidencia de problemas sociales y económicos en un determinado barrio o comunidad, así como por la delincuencia, el desorden y la victimización, cuya evaluación debe quedar a cargo de expertos interdisciplinarios. Intervenir en la prevención de delitos particularmente violentos e intimidatorios, por caso, el robo de viviendas y los robos armados, a lo que ya nos hemos referido reiteradamente en este espacio

De esta manera, aspectos como la delincuencia, instituciones carcelarias, enfoques en las medidas de castigo o reconducción, etc. serán abordadas con las herramientas de la Antropología Social y Cultural y la etnografía dentro de este campo. No se trata de una nueva rama de la Antropología ni mucho menos de una variante dentro de la Criminología, sino de una disciplina dentro de la Antropología Social y Cultural en la que englobar todos esos estudios que comparten objeto y que pueden enriquecerse mutuamente si encuentran un lugar común donde intercambiar información, al tiempo que sirven de fuentes para otras ciencias.

De esta manera, etnografías sobre internamiento y desviación, reflexiones sobre método de narración y construcción de datos, análisis de las conductas de internos o trabajos de campo sobre delincuentes, dominación o poder, encontrarán un lugar común donde exponer sus conclusiones y enriquecerse mutuamente; de manera concisa y bajo la misma etiqueta, la Antropología Criminal como disciplina que las aglutine a todas. Este observatorio será un poste de estatidad itinerante que se instalara en todo el departamento para estudiar las prácticas delictivas en cada región, y luego de su intervención el Estado comunal, desarrollará políticas para reparar dichas prácticas, lejos de crear cuerpos de preventores, leyes de emergencia en seguridad onerosas e ineficaces, el Observatorio es la punta de lanza para abordar el tema de “la inseguridad” de un enfoque diferente a los aplicados  hasta ahora. De esta manera se intentará reparar la violación y trabajar en la prevención del mismo. Este cuerpo estará compuesto por cientistas sociales especialistas Seguridad, y dentro de la gestión será un Ente autárquico, financiado y monitoreado por el Departamento Ejecutivo Comunal. ¡Ocupémonos de la Seguridad Pública en San Rafael!

Tierra para trabajar, Tecnología para producir, Capital para desarrollar.

Para consultar y ampliar el debate: ocupemonossanrafael@gmail.com

Referencias bibliográficas  

 Alcalde Ignacio; 2017;  LA ANTROPOLOGÍA CRIMINAL DENTRO DE LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL. UN NUEVO ENFOQUE PARA SU REVITALIZACIÓN; Universidad de Córdoba (España).

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