San Rafael, Mendoza martes 26 de noviembre de 2024

San Rafael un polo productivo: historia y perspectivas del siglo XXI

Para pensar en un San Rafael como un polo productivo en donde se erijan fábricas, en el cual la producción agrícola sea considerada por su calidad y por la fertilidad de su suelo, debemos pensarla en un plano político económico. Aspecto que se pretende desde Ocupémonos interpretarla con un Estado Municipal presente, trabajando en pos del futuro productivo del departamento.

A la historia nos remitimos para justificar esto y decir que no es una utopía esta situación planteada. También expresar que esta región del sur de Mendoza fue un polo industrial diversificado, en donde convivieron desde la década de 1930 hacia la década de 1970 más de 50 establecimientos industriales frutihortícolas, sumados a otras industrias afines como metalurgia, construcción, aserraderos, industrias de transporte y etc. Importante fue para este desarrollo la inmigración mediante sus conocimientos sobre técnicas de cultivos y sus aportes en fruticultura. Además estos fueron pioneros en la manufactura de estos productos con la instalación de secaderos y plantas de conservas de frutas dentro del departamento de San Rafael.

 Pero también hay que referir que este contexto productivo fue contenido por diversas políticas estatales de todo origen y signo político. Entre ellos encontramos gobiernos nacionales y provinciales conservadores, peronistas, militares y radicales. Todos ellos con una idea distinta sobre las políticas industriales y con necesidades propias de su tiempo, pero en Mendoza sus pobladores siempre sostuvieron su industria y su producción. La búsqueda constante de inversiones de capital tanto nacionales como extranjeras fue una característica sobresaliente de esta época. En esta búsqueda se instalaron las recordadas industrias como Mora, Pretel Hnos entre otras de capitales locales. En Rama Caída encontrábamos la A.F.D. (“Argentine Fruits Distributors”) en 1932 y la C.F.A. (Compañía Frutícola Argentina). Estas dos generaban más de 1000 puestos de empleos en el departamento, sólo en sus respectivas plantas industriales y otras tantas personas más trabajaban en sus fincas.

Importante compromiso generaban a productores agrícolas locales comprando y financiando su producción. Estas industrias ayudaban al productor a desarrollar frutas de calidad para sus respectivos procesamientos, para esto colaboraban materialmente con remedios para controles de plagas, también ayudaban al productor con la compra de maquinaria agrícola moderna. De esta forma se pensaba en una producción más eficiente, en donde trabajaban en conjunto industriales y agricultores.

El Estado mendocino hizo lo propio estando presente en los casos que lo requería la producción. Este invirtió en organismos de créditos como el Banco de Mendoza y el Banco de Previsión Social. Ambos pensados para la industria y la producción agraria, mejorando significativamente las relaciones de producción. Otra forma de ocuparse el Estado de la producción por aquellos años, fue el fomentando de infraestructura energética, vital para el trabajo de las distintas industrias esparcidas por el departamento. Interesante es la regulación de las tarifas eléctricas, oponiéndose a medidas restrictivas que se solicitaban en distintas oportunidades a nivel nacional en materia energética.

En este breve desarrollo histórico sobre la particularidad referida a la industria frutihortícola departamental, hemos ejemplificado algunos aspectos considerados desde Ocupémonos. Entre ellos indicamos un Estado presente en el desarrollo económico del departamento, en el cual se piense generar políticas en donde veamos un presente en donde cada agricultor sea importante. Políticas que piensen en ampliar la matriz productiva, en mejorar la calidad de vida de los productores y de los industriales. Por lo tanto pensamos un departamento en el cual se produzca, por eso señalamos como primordial la recuperación de inversiones en este sentido.

Importante será pensar un Estado en donde no sea una utopía reclamar por los derechos de producción energética. Estableciendo como imprescindible apuntar a una regulación tarifaria para producción, en donde no sea restrictiva esta situación. De este modo pensar a futuro un departamento capaz de transformar su realidad económica y social.

Ante esto expresaremos que los elementos de democracia económica y de producción popular, deben ser concebidos he implementados independientemente de las características del gobierno del momento. Por lo tanto entenderemos que estas iniciativas reforzarán la posibilidad para concretar y consolidar a San Rafael como un Estado Transformador. ¡Ocupémonos!

Para consultar y ampliar el debate: ocupemonossanrafael@gmail.com

Tierra para trabajar.

Tecnología para producir.

Capital para desarrollar.

 

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