Se pronostican para el verano altas temperaturas, por lo que desde Defensa Civil se recuerdan las medidas que la población debe tomar para prevenir el golpe de calor que puede llevar a la deshidratación en lactantes (bebés y niños), adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
El Servicio Meteorológico Nacional define como ola de calor a un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante tres días consecutivos, ciertos valores que dependen de cada localidad.
Por su parte, el Ministerio de Salud considera golpe de calor al aumento de la temperatura del cuerpo debido a una exposición prolongada al sol o por realizar actividades o ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación. Estas causas pueden provocar que el cuerpo pierda agua y sales esenciales para su buen funcionamiento. Esto impide que el cuerpo pueda regular su temperatura por los mecanismos habituales, como la sudoración, por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal.
Es importante tener en cuenta los síntomas que pueden presentarse:
- sed intensa y sequedad en la boca,
- temperatura mayor a 39º C,
- sudoración excesiva,
- sensación de calor sofocante,
- piel seca,
- agotamiento,
- cansancio o debilidad,
- mareos o desmayo,
- vértigo,
- calambres musculares,
- agitación,
- dolores de estómago,
- falta de apetito,
- náuseas o vómitos,
- dolores de cabeza,
- estado de confusión, desorientación, delirio
- convulsiones.
En los bebés, también puede observarse:
- piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal,
- irritabilidad y llanto.
En caso de que aparezcan los primeros síntomas, es importante concurrir rápidamente al médico, intentar bajar la temperatura del cuerpo con paños fríos o con un baño en agua helada, ingerir agua, permanecer en un lugar fresco y ventilado y no consumir medicamentos antifebriles.
Medidas de auto-cuidado
- Evitar la exposición al sol, especialmente entre las 10 y las 16;
- Permanecer en lugares frescos
- Consumir frutas y verduras como principal fuente de alimentación.
- Utilizar ropa clara y fresca.
- Evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso y comidas pesadas.
Menores de edad
- Ofrecer continuamente líquidos, especialmente jugos naturales.
- En el caso de lactantes, ofrecer el pecho de manera más frecuente.
- Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o incluso desvestirlos.
- Bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.
- Nunca permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Ante la detección de los primero síntomas, es importante actuar rápidamente. En primer lugar, se debe intentar baja la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño de agua fría.
Además, es importante ofrecer agua fresca, trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado y no administrar medicamentos antifebriles.
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