Aunque es simple prevenirla, una vez instalada la enfermedad no puede eliminarse. Las claves: comprar productos certificados en lugares habilitados, cocinar la carne hasta que tome color grisáceo y en faenas caseras, analizar las entrañas. Ni el ahumado ni el salado son seguros para matar al parásito.
La Trichinella spiralis o triquinosis, se transmite a los seres humanos por el consumo de carne de cerdo infectada y mal cocida, chorizos mal cocidos y chacinados -fiambres, salames y jamones-. Generalmente fueron elaborados de forma casera, con carne infectada proveniente de establecimientos no habilitados.
Previamente, el cerdo contrajo la enfermedad al ser alimentado en basurales, con desperdicios o restos de alimentos, donde habitan roedores.
Por eso, al consumir cerdo, jabalí u otros animales salvajes, su carne debe estar bien cocida al fuego, hasta el punto que desaparezca el color rosado y se torne hacia un blanco grisáceo. Es muy importante saber que ni el ahumado ni el salado son seguros para matar al parásito.
Conviene comprar chacinados y reses en establecimientos que cuenten con habilitación municipal. En caso de adquirir el animal entero, se deberá buscar el sello de inspección.
Como consumidor, también es necesario saber que los carniceros deben abastecerse en mataderos habilitados por la Dirección Provincial de Ganadería o el Senasa. Y obviamente, adquirir los productos derivados, chacinados y embutidos solamente en comercios habilitados, verificando en la etiqueta que hayan sido elaborados por empresas autorizadas. Y, por supuesto, está prohibida la venta callejera de estos alimentos.
Fiebre y debilidad muscular
Una vez producida la ingesta de la carne de cerdo infectada, pueden aparecer síntomas gastrointestinales entre el primero y tercer día, aunque la mayoría se manifiestan entre el 8º y 15º día.
Los principales características son diarrea, nauseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre y debilidad muscular, hinchazón de párpados y picazón.
Cuanto más temprano se detecte, más rápido y efectivo es el tratamiento, ya que una vez instalada la enfermedad en el organismo, no puede eliminarse. Hasta el momento no hay un tratamiento específico para la triquinosis cuando las larvas invadieron los músculos.
Además, los quistes siguen siendo visibles durante años. Y si bien los analgésicos pueden ayudar a aliviar el dolor muscular, conviene diagnosticar con la máxima anticipación posible.
ABC en criaderos
En zonas rurales y criaderos, los criterios comunes a seguir son:
–Respetar las normas establecidas por los servicios veterinarios para la cría de cerdos.
–Alimentar a los animales adecuadamente, evitando que ingieran basura y restos de alimentos de restaurantes o comercios urbanos.
–Evitar la proliferación de ratas en los criaderos.
–Al realizar la faena de un animal (cerdo, jabalí o puma), incluso si se realiza de manera doméstica, es importante consultar al veterinario y pedir el análisis de una muestra de entraña de cada res a fin de confirmar la ausencia del parásito que provoca la triquinosis.
–Si se encuentra el parásito en un animal, es necesario eliminar la res completa.
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