Las pautas fueron elaboradas por el Ministerio de Salud de la Nación y tienen en cuenta distintos factores que buscan una mejor calidad de vida. 

El material fue confeccionado por técnicos y profesionales del Ministerio de Salud de la Nación. Se trata de un instrumento educativo que adapta los conocimientos y avances científicos sobre requerimientos nutricionales y composición de alimentos en una herramienta práctica que orienta a la población para el consumo de alimentación más saludable.

A través de 10 mensajes principales y una gráfica que sintetiza la información, se busca alentar un cambio de hábitos alimentarios que conllevan un mejor estado de salud y calidad de vida.

Al respecto, Ana Nadal señaló: “Esta jornada de presentación de las guías alimentarias para la población argentina se realizó en el marco del programa Proteger y se convocó gente de Nación, quienes elaboraron estas guías que son un anclaje de la compleja realidad, que influye en problemas de salud como la obesidad, sobrepeso, y la asociación a enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes e hipertensión”.

“Estas guías tratan de llevar a la realidad consejos útiles y prácticos para que la gente se interiorice y los equipos de salud socialicen prácticas de alimentación saludable. Esto es importante en el marco de acercar los servicios a la gente y mejorar la calidad de vida de las personas. Hoy los problemas alimentarios están siendo de una trascendencia importante en lo social”, sostuvo Nadal.

En este marco del cuidado integral, la alimentación asociada a estos factores mencionados termina siendo un condicionante de la calidad de vida, porque las personas de menores recursos son las que más dificultades tienen para adquirir alimentos con mayor valor nutricional, y de alguna manera esto afecta a su calidad de vida y amplía la brecha entre las clases sociales.

Por ello es importante que los equipos de salud de cada región estén capacitados para que lo puedan transmitir, para mejorar hábitos de vida y, a su vez, integren la alimentación en el concepto de salud.

“Un ejemplo de lo que propone el manual es la promoción de las huertas comunitarias y la actividad física,. Tmbién se incorpora la publicidad en cuanto a reconocer el valor nutricional a través del etiquetado, donde a simple vista la población puede ver qué nutrientes tiene que tener en cuenta para elegir. Esto, para desmitificar un poco la publicidad y saber bien qué es lo que ofrecen los productos que compramos”, aseveró Nadal.

En tanto, Patricia Buteler, representante del programa Proteger, indicó que “las primeras guías surgen a principios de siglo y focalizan en la alimentación, pero luego, se comienza a tener en cuenta otros factores de salud, educación y a analizarse desde otro punto de vista más científico. Se ve el cambio epidemiológico, dejando de lado los problemas por desnutrición y comenzando a ver cambios crónicos, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Esto, a raíz de los cambios de vida en la sociedad, el consumo de alimentos ultraprocesados, los alimentos rápidos, el exceso de sal que implica problemas cardiovasculares, el exceso de azúcar que fomenta la diabetes y la obesidad, entre otros”.

Asimismo, Buteler agregó: “A raíz de esto se busca adaptar las guías a la nueva situación, donde el agua, las frutas y verduras tienen predominio. Lo aconsejable son cinco porciones de fruta. Según una encuesta, el 90% de la población tiene poco acceso a su incorporación, lo que conlleva consecuencias para la salud”.

En esta nueva guía alimentaria se identifican con colores los tipos de alimentos y toma como centro de importancia al agua. Además, contiene mensajes para cada tópico, que apuntan a la difusión y formación de multiplicadores. La estrategia se refuerza a través de la promoción de campañas en medios masivos y talleres con formadores.

Para la elaboración de estas pautas se siguió como lineamiento general el modelo propuesto por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá y la Organización Panamericana de la Salud, aplicándose una metodología específica para cada proceso. Asimismo, en el proceso de validación, corrección y evaluación participaron nutricionistas, profesionales de la salud, multiplicadores y usuarios de todo el país.