Un proyecto que no cuente con el aval de comisiones debe reunir mayoría especial para habilitar su tratamiento.
Sin dictámenes de comisiones, la legalización del aborto entró ayer en la recta final del histórico debate parlamentario, con un conteo que arroja cierta ventaja de los celestes pero un escenario para nada cerrado: en política siempre hay margen para cambios de posturas, posiciones intermedias, ausencias y abstenciones.
A diferencia del recinto de Diputados, donde se pusieron en consideración un dictamen de aprobación y otro de rechazo, los senadores llegarán a la sesión del miércoles sin dictámenes de comisiones.
Esto es así porque ayer, en la última reunión del plenario de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Constitucionales, se produjo un desacuerdo de índole reglamentaria entre ambas facciones.
Sin explicar por qué, los senadores celestes se negaron a firmar un dictamen para fundamentar por qué rechazan la legalización del aborto, como sí lo habían hecho los antiabortistas en Diputados.
Al negarse a firmar su dictamen, los celestes lograron bloquear la posibilidad de que los verdes emitieran el suyo de aprobación con cambios al texto de Diputados.
En las comisiones los senadores verdes juntaban más firmas. Los celestes se rehusaron a firmar su rechazo para no dar una señal de debilidad política: el dictamen de aprobación iba a ser el de mayoría y el de rechazo, el de minoría.
De todas maneras, la cantidad de firmas no incide en el resultado de la votación en el recinto, sino que solamente es indicador del orden en que se ponen en consideración los proyectos.
Por eso la disputa fue de estricto corte político: no arrancar como perdedores antes de la batalla final.
Como no hay ningún dictamen, todo indica que en el recinto se debatirá directamente la media sanción de Diputados sin los cambios consensuados esta semana e impulsados por los cordobeses Carlos Caserio (PJ), Laura Rodríguez Machado (Cambiemos) y Ernesto Martínez (Cambiemos).
Con su tramoya reglamentarista, los celestes también pretendieron dividir a los verdes, entre los que proponen modificaciones y los que defienden el texto aprobado en Diputados sin cambiarle una coma.
De todas maneras, ayer todo el bando verde juntó 26 firmas (necesitaban 27) para el proyecto con modificaciones. Y ese será el texto que defenderán en el recinto.
“El acuerdo de mejorar la sanción de Diputados no se altera por la artera maniobra de quienes pretenden seguir mirando para otro lado en relación al reconocimiento de los derechos de las mujeres. Estamos construyendo mayoría”, dijo ayer el senador Caserio (PJ-Córdoba).
Como no hay dictámenes, en la sesión se deberán conseguir los dos tercios de los votos para tratar la media sanción sobre tablas.
Al respecto, el senador antiabortista Federico Pinedo señaló ayer que hay un acuerdo político para debatir el asunto con o sin dictamen. De modo que la discusión está garantizada.
Poroteo
Con la mirada en el recinto, el conteo provisorio sigue dando arriba a los celestes con 35 posibles votos contra 32 de los verdes.
En el medio hay tres indefinidos: el tucumano José Alperovich y el santafesino Omar Perotti, ambos del PJ, y el salteño Juan Carlos Romero, que conforma el monobloque Frente Popular Salteño.
Perotti y Romero están en silencio, pero Alperovich salió ayer a formular unos comentarios en Twitter: “La indecisión nunca fue una opción en mi vida, mucho menos en el ámbito político. Tengo mi decisión tomada respecto al voto que emitiré en referencia a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Sin embargo, no hago pública mi decisión debido a que es un tema muy sensible y nada aporta hacer público mi voto antes de la sesión donde se debatirá”, dijo el tucumano.
El ex gobernador aprovechó para cuestionar unos afiches pegados en las calles de San Miguel de Tucumán en que aparece una foto suya y se compara a lalegalización del aborto con el genocidio judío durante el régimen nazi.
“En el medio del tratamiento de esta ley, repudio enérgicamente la nefasta acción de la utilización de la palabra Holocausto para intentar presionarme sobre mi voto, más aún sabiendo que pertenezco a la religión judía. Esta cobarde acción anónima solo demuestra que aquellos que no tienen un fundamento concreto para hacer valer una postura atacan utilizando los peores métodos, como la discriminación y racismo, de los cuales muchas veces ya fui víctima”, publicó Alperovich.
Si Alperovich, Perotti y Romero se sumaran al “sí”, ambos bandos tendrían 35 votos y debería desempatar la vicepresidenta, Gabriela Michetti, que rechaza el aborto inclusive si el embarazo es fruto de una violación.
No deben contarse como votos posibles a la neuquina Lucila Crexell (MPN), que dijo que se abstendrá, y a la sanluiseña María Eugenia Catalfamo, quien hizo saber que se ausentará porque cursa su octavo mes de embarazo.
Estos cálculos son realizados teniendo en cuenta estos votos posibles y que estén presentes todos los senadores. Pero todo puede pasar.
Fuente:https://losandes.com.ar/article/view?slug=no-hubo-dictamen-y-hacen-falta-dos-tercios-para-debatir-el-aborto
Sé el primero en comentar en «No hubo dictamen y hacen falta dos tercios para debatir el aborto»