La huerta y la finca mendocina son proveedoras de alimentos saludables durante todo el año.
Hace frío y todos nuestros hábitos cambian para adaptarnos mejor al rigor invernal. En invierno, las bajas temperaturas hacen que nuestro sistema inmunológico se debilite y una alimentación sana nos ayuda a prevenir gripes y resfríos.
En esta estación del año, debe predominar el consumo de alimentos calóricos como legumbres (garbanzos y lentejas), papas y camotes para mantener nuestro calor corporal.
En invierno, vitaminas
Representan un papel esencial en nuestro organismo, sobre todo la A, C y D, así como los minerales.
La A fortalece huesos y tejidos. Alimentos como la calabaza, las zanahorias, el pomelo o el brócoli son ricos en este componente.
La C es esencial para proteger el organismo y facilitar la absorción de otras vitaminas. La encontramos en el kiwi (fruta con alta concentración de esta vitamina), naranjas o mandarinas.
La D contribuye a mantener la cantidad adecuada de calcio y fósforo en la sangre. Por ejemplo, lácteos.
Consejos para una alimentación saludable
- Tener en cuenta que los alimentos de temporada son la mejor opción por su valor nutricional, económico y ambiental.
- Evitar el exceso de grasas, sodio y azúcares sustituyéndolos por otros productos como la miel.
- Beber una cantidad de agua adecuada y sumar infusiones (manzanilla, valeriana, salvia, entre otros) y tés.
- Planificar comidas y colaciones y respetar los horarios
Bajar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas como por ejemplo la bollería industrial (pan, tortitas, facturas) y los alimentos procesados (salchichas, hamburguesas, papas fritas industriales, mayonesa, kétchup).
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