Juventus venció 3-2 a Inter con un cabezazo agónico del Pipita.
La descarga de Gonzalo Higuaín en su celebración para el 3-2 de Juventus ante Inter en Milán.
Gonzalo Higuaín es un grito de desahogo. Eufórico, con la boca llena de gol. Con la furia de quien se toma revancha. Lo grita y mira desafiante a toda la cancha. A los hinchas del Inter que hasta un par de minutos antes disfrutaban de un triunfo vital en la recta final del torneo y se mofaban del Pipita por haber fallado una situación muy clara de gol.
Pero el argentino gritó último y gritó mejor. Incluso mejor que su compatriota Mauro Icardi, quien ya había dejado su huella pero veía el cierre desde el banco de suplentes. El festejo final es de Juventus y es de Higuaín.
«Este gol vale una parte del título. El fútbol es así. En el partido anterior con Napoli perdimos en el último minuto y hoy lo revertimos. Es orgullo, hambre y la sed de victoria que pertenecen a este equipo: lucharemos hasta la muerte por el séptimo Scudetto», afirmó el delantero argentino tras un 3-2 apasionante en un clásico que quedará en el recuerdo de unos y otros.
A falta de cuatro fechas para el final de la Serie A, Napoli había dado el gran golpe la jornada anterior para ponerle aún más suspenso al cierre. El triunfo de los del Sur nada menos que en Turín frente a la Juventus, extendió el mano a mano por el Scudetto.
Por eso la Juve sabía que ya no tenía margen en su visita a Milán para jugar el clásico frente a Inter ya que un nuevo traspié le daría la chance a Napoli de saltar a la cima en su visita del domingo a la Fiorentina.
De un lado, Gonzalo Higuaín. Del otro, Mauro Icardi. Con la mirada atenta de Jorge Sampaoli, quien recorre Europa tratando de ultimar los detalles para el armado de la lista para el Mundial.
La Juve golpeó primero en el Giuseppe Meazza. A los 13 minutos, el colombiano Juan Cuadrado capturó un rebote tras una pelota parada y volvió a meter el centro cruzado desde la derecha. Antonio Candreva no alcanzó a rechazar y el que lo aprovechó fue el brasileño Douglas Costa, que sacó un zurdazo cruzado y metió el 1-0.
El primer tiempo fue accidentado y con pocas situaciones de gol. Lo sufrieron los dos delanteros argentinos. Ni Higuaín ni Icardi lograron ser abastecidos. El del Inter para colmo sufrió un fuerte planchazo de Barzagli sobre el cierre de la primera mitad que lo dejó sentido en su tobillo derecho.
A los 17 minutos, el local se quedó con diez por la roja a Matías Vecino por un tremendo pisotón a Mario Mandzukic. El juez Daniele Orsato primero había amonestado al mediocampista del Inter pero, tras revisar la jugada en el VAR, sacó la roja que ameritaba.
Mauro Icardi cae tras una fuerte infracción de Andrea Barzagli. ANSA
No fue la única jugada en la que hubo que acudir al sistema de revisión por video. En la última jugada del primer tiempo, la Juve celebraba el segundo con una aparición de Blaise Matuidi en el corazón del área. Tras mirar la repetición, el juez se dio cuenta que cuando Sami Khedira bajó la pelota con el pecho, el francés estaba en posición adelantada y no convalidó el tanto.
En el segundo tiempo apareció el fuego goleador de Icardi para igualar las acciones. Un cabezazo fenomenal del argentino. Una aparición letal para anticipar su marca, conectar el envío desde la derecha y desviar perfecto para ponerla contra el palo derecho de Buffon y gritar el 1-1 como loco.
Iban apenas siete minutos del complemento y el partido se armaba de nuevo.
El Inter, con uno menos, se animaba a ir por todo en su lucha por meterse en puestos de clasificación a la próxima Liga de Campeones. Y a la Juve no le quedaba otra que ir por la victoria.
Enseguida tuvo su chance clara Gonzalo Higuaín, mano a mano con el arquero local Samir Handanovic, pero el Pipa intentó superarlo con una gambeta corta y terminó fallando la definición de zurda.
Cuando se estaban acomodando llegó el 2-1 de Inter con el blooper de Barzagli. Tras un gran desborde en velocidad de Ivan Perisic por izquierda, llegó el centro picante al área chica que no pudo conectar Icardi y que metió en su propio arco el zaguero con un rechazo fallido.
Paulo Dybala entró por Khedira y mejoró a Juventus. En la primera que tuvo el cordobés casi empata con un tiro libre desde la puerta del área. Su zurdazo iba esquinado y buscaba el ángulo superior derecho, pero Handanovic le ahogó el grito con una atajada fenomenal.
El cierre era con el Inter agazapado aguantando la ventaja y Juventus lanzado pero sin ideas en busca de algún punto. Hasta que en un par de minutos se dio vuelta todo. Así es el fútbol
A los 42 minutos, Juan Cuadrado se la jugó por derecha, corajeó y tiró un centro que terminó en el 2-2 tras un leve desvío en Milan Skriniar que dejó sin chances al arquero. Y dos minutos más tarde fue el Pipita Higuaín el que hizo delirar a todo Juventus.
Sí, Pipita, el que había fallado un mano a mano sencillo, fue a buscar un centro perfecto de Dybala y metió de cabeza el 3-2 final.
El grito fue todo un símbolo. De cara a todos los hinchas locales y con sed de revancha, el Pipita se señaló el oído y dejó una marca indeleble en Milán. Gritó último y gritó mejor.
Con este enorme triunfo, Juventus sigue en la punta de la Serie A con 88 puntos y le saca cuatro de ventaja a Napoli, que este domingo visitará a Fiorentina.
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