El consumo de alcohol de quienes manejan por las calles de Mar del Plata se redujo entre el año pasado y este. El dato se desprende de las multas por alcoholemia que tuvieron que labrar los agentes de Tránsito de esta ciudad: durante los primeros quince días de enero de 2017, hubo que multar a 112 conductorespor tener más de 0,5 gramos de alcohol por cada litro de sangre; en el mismo período del año que acaba de comenzar, las multas fueron 61. La reducción alcanzada fue casi a la mitad.

Son datos oficiales de la subsecretaría de Transporte y Tránsito marplatense. En ambos años, la cantidad de test de alcoholemia practicados fue apenas mayor a los 2.000. Fuentes del municipio dijeron a Clarín que la mayor cantidad de test positivos se dieron en los sectores más concurridos por el turismo, en controles cercanos a los corredores cerveceros a las calles Hipólito Yrigoyen, Olavarría y Alem. Durante la madrugada, los resultados positivos se concentran especialmente en los controles cercanos a los boliches de Playa Grande.

“Aprendimos a los golpes: el año pasado yendo al boliche nos dio positivo el test y tuvimos que pagar una multa de más de 6.000 pesos y nos retuvieron el auto, así que esa no la hacemos más”, dice Laureano, de Santa Fe. “Ahora nos turnamos: somos cinco y vinimos dos semanas, así que a cada uno le toca no chupar nada más que tres veces en las vacaciones. No está mal”, agrega Santiago, parte del grupo de amigos. Están reunidos en una cervecería artesanal alrededor de una picada.

Lorena Macció y Juan Pedro Domínguez son novios hace cinco años. Ella tiene 31 años y él, uno menos. “Sorteamos quién maneja antes de salir de casa, pero nunca te puede tocar más de tres veces seguidas. Armamos este sistema hace un par de años porque a medida que crecés te das cuenta de que es cualquiera manejar si tomaste mucho”, dice ella. Juan Pedro salió sorteado, así que pidió media pinta de cerveza roja y después, agua saborizada.

“Somos cuatro amigas pero la única que tiene registro soy yo”, dice Macarena Rauch, de Bahía Blanca, un poco apesadumbrada. “Me divierte manejar, pero es un garrón no poder tomar nunca. Usamos el auto para ir a playas del sur: me tomo alguna cervecita bien temprano a la tarde y después ya corto. Pero a la noche salimos en taxi o caminamos: no quiero tener que limitarme para tomar, y tampoco quiero manejar borracha”, sostiene.

“Es realmente gratificante tener estas estadísticas. Significa que la gente toma conciencia de que no tomar alcohol es algo fundamental a la hora de manejar”, reflexiona Claudio Cambareri, secretario de Transporte y Tránsito de esta ciudad en la que, a juzgar por los test de alcoholemia, muchos han tomado recaudos a la hora de subirse al auto.

Fuente:https://www.clarin.com/sociedad/mar-plata-verano-impuso-conductor-designado_0_rJGVJFzrG.html