Desde el año 2011, Siria se encuentra sumergida en una guerra civil que no parece tener fin. Este conflicto que enfrenta al gobierno de Al Assad con los distintos grupos rebeldes, se desarrolla en el contexto de una serie de revoluciones en Medio Oriente-conocida como Primavera Árabe-en pos de la democracia y de los derechos sociales, pero ¿Qué intereses hay en juego?

En primer lugar, cabe destacar que, como señala Ghotme Ghotme Rafat Ahmed, existen 2 ejes regionales, divididos principalmente por razones religiosas (si bien ambos son islámicos, pertenecen a 2 ramas distintas de la religión: Chiíes y Sunníes). También, es importante aclarar que hay apoyos a los 2 grupos por parte de potencias externas a la región. Además, si bien los países comparten un bando u otro, priman los intereses individuales antes que los grupales.

Eje sunnita:

Integrado por Arabia Saudita, Qatar y Turquía. Cuenta con el apoyo de occidente. Estos países tienen en común el apoyo a la población sunnita siria, el intento por contener a Irán e impedir que logre la hegemonía regional y el rechazo al gasoducto Irán-Iraq-Siria del eje chií.

Arabia Saudita

Busca el control de los recursos energéticos en la región. Incluso intenta interrumpir el proyecto de infraestructura recién nombrado, aprobado en el año 2009. Para esto, lleva a cabo maniobras unilaterales de financiamiento a la oposición del presidente sirio.

Qatar

Tiene como propósito convertirse en la futura potencia líder de la región. Para esto no solo quiere impedir la construcción del gasoducto del eje chií, sino que también planea la construcción de uno propio que vaya del Golfo Pérsico hacia Europa Central, pasando por Siria y Arabia Saudita. Su proyecto, a pesar de estar aprobado por Estados Unidos, no lo está por los gobiernos de los 2 países árabes recién nombrados. Por ende, Qatar espera que la guerra civil siria pueda culminar con una aprobación de éste.

Turquía

Pretende una contención del desarrollo iraní y solidificar su seguridad nacional para convertirse en un líder regional

Eje Chií:

Conformado por Siria, Irán y Hezbollah (organización libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar). pretenden derrocar el orden establecido en la región por Estados Unidos.

Por un lado, Irán pretende alcanzar la hegemonía regional, objetivo que se ha dificultado por las sanciones que se le han impuesto. Por otro lado, Siria no solo constituye parte del proyecto iraní, sino que también constituye un paso de armas del país persa hacia Hezbollah. La caída de uno de los 2 aliados sirios sería crucial para debilitar el gobierno de Al Assad.

Además, Siria es de gran interés ruso, esto debido a que, en primer lugar, tiene bases militares en el país, la más importante de ellas es la Base Naval de Tartus, con posición directa sobre el Mar Mediterráneo. También, la guerra siria se presenta como una oportunidad para probar el funcionamiento de sus armas y demostrarle al mundo su alto poderío militar.