Se estrenó uno de los proyectos más personales y complicados del actor
Hay que darle crédito a Brad Pitt. El actor se puso la camiseta, como pocas veces lo ha hecho, para defender a rajatabla su producción más ambiciosa: la inminente Guerra Mundial Z . El proyecto tuvo un valor agregado para Pitt ya desde su origen cuando, según sus propias declaraciones, concibió producir un film que pudiera ser motivo de disfrute para sus hijos. Esto parece ser habitual en determinadas estrellas, ya que Johnny Depp también aseguró haber aceptado formar parte de Piratas del Caribe para que sus hijos pudieran verlo en un papel más familiar. Sin embargo, Guerra Mundial Z es, en cambio, una película oscura. Se erige como una relectura – levemente basada en la novela de Max Brooks – de historias apocalípticas y/o de zombies, con varios mensajes subliminales atravesándola de principio a fin. «La idea fue tomar este género y usarlo como un caballo de Troya para explorar problemas sociopolíticos y cuál podría ser el efecto que tenga en la humanidad el hecho de que todo esté cabeza abajo, dado vuelta», declaró Pitt en instancias de pre-producción. Sin embargo, el actor cayó en su propia trampa yGuerra Mundial Z empezó a gestarse con el pie izquierdo, probablemente fruto de una ambición desmedida en su afán de ser un film que no se parezca a ningún otro. Tarea difícil. Antes de que la película comenzara a filmarse, el actor ya mencionaba analogías entre su proyecto y un clásico como Infierno en la torre y así, en ese proceso de elevar la producción a una categoría superior, su desarrollo, todo el camino hacia el estreno, se vio resentido en la mayoría de los aspectos, desde la elección del realizador hasta el excedente en el presupuesto por problemas con el desenlace de la historia.
MARC FORSTER, ¿EL DIRECTOR INDICADO?
A diferencia de otras producciones, en las cuales la visión del realizador es la columna vertebral que determina el éxito o fracaso de las mismas (con lo relativo de ambos términos), Guerra Mundial Z siempre fue «la película de Brad Pitt», esté o no su nombre en la silla de director. Fue Pitt quien compró los derechos de la novela y fue Pitt quien se hizo cargo de la búsqueda del director indicado para llevar el guión a buen puerto. El panorama comenzó a complicarse cuando los estudios Paramount cuestionaron su decisión de poner a Forster (Monster’s Ball, Buscando el país de Nunca Jamás, Más extraño que la ficción) como capitán del barco. Recordemos que la experiencia del director en una película que se sostiene en sus efectos visuales era prácticamente nula, con la excepción de la jamesbondiana Quantum of Solace , que incluso tampoco está definida por un carácter épico. Por lo tanto, cuando Forster llegó al set, las cosas se salieron de control y fuentes cercanas a la productora lo describieron al cineasta como «perdido» en cuanto a cómo darle forma a los zombies. La falta de inspiración del realizador también puede ser atribuida a que ninguno de sus colaboradores habituales fue contratado para el proyecto, razón por la cual siempre luchó por encontrarle un buen destino a las escenas, algo que terminó siendo fútil, ya que las mismas se filmaron con distintos ejes y en incontables ocasiones hasta arribar al resultado esperado. ¿Cuál es el resultado? Forster lo dijo: «No queríamos nada demasiado explícito o sangriento, queríamos reinventar el género de zombies porque, cuando te decidís por un género que se abordó tantas veces, necesitás inevitablemente una perspectiva diferente que, en este caso, es la metáfora sobre cómo el mundo está superpoblado y los recursos no están a la altura». Las intenciones de Pitt y Forster podrán haber sido siempre ser interesantes, pero el guión también tuvo numerosos traspiés, al punto de que cuatro personas colaboraron en el mismo para poder darle forma, lo cual no es precisamente una buena señal.
GUIONISTAS QUE ENTRAN Y SALEN
A pesar de que Brooks, autor de la novela en la que se basa Guerra Mundial Z, aprobó la forma inventiva en la que el guionista J. Michael Straczynski la había adaptado, desde 2009 (cuando se empezó a escribir el guión) hasta el 2012, se produjeron muchas modificaciones. Una de ellas fue la decisión de desvincularlo a Straczynski del proyecto y de contratar a Matthew Michael Carnahan para la reescritura. Finalmente, Drew Goddard y el más popular Damon Lindelof (más conocido como el co-creador de Lost) y co-guionista de Prometeo se sumaron a las correcciones del guión, causando un inevitable atraso en la filmación que causó impacto en el presupuesto de la película. Lo curioso es que algunas de las reescrituras de Lindelof se hicieron a mediados del año pasado, con lo cual varios momentos de la película se terminaron de filmar en octubre, todo muy sobre la hora. La post-producción, desde ya, tampoco estuvo exenta de caos y cuando los estudios vieron el final del film quedaron bastante decepcionados. «Obtener un buen desenlace es esencial, y nosotros nos encontramos en pleno proceso creativo. Guerra Mundial Z es un película gigante y queremos que sea un éxito», había declarado Adam Goodman, uno de los nombres más importantes de Paramount. Fue entonces cuando Pitt debió intervenir para tomar decisiones respecto al problemático final, cuya última media hora habría sido filmada por el propio actor. Lo cierto es que los rumores de disputas entre él y Marc Forster nunca cesaron, a pesar de que el director recientemente se encargó de desmentirlos: «Fue una colaboración fantástica porque compartimos la misma sensibilidad. Todo fue positivo y aprendí a disfrutar el proceso». Cuesta creerle a Forster luego de que el film se retrasara por años, necesitara reescritura, requiriese otro final y varios actores hayan declinado la oferta de ser parte del mismo (desde Ed Harris hasta el protagonista de la serie Breaking Bad, Bryan Cranston).
Guerra Mundial Z se estrena hoy y lo encuentra a Pitt en la piel de Gerry Lane, un ex empleado de las Naciones Unidas que deberá proteger a su familia (en primer término) de una pandemia de zombies. La película fue definida y redefinida tantas veces como fue reescrito su guión. Sin embargo, para Pitt, el objetivo siempre fue uno: «En un punto, se trata de un film sobre la paternidad, sobre qué haría un padre para proteger a sus hijos, algo que me pregunto constantemente». Ahora bien, ¿el film será solo la primera entrega de una trilogía como se había planeado originalmente? El protagonista, productor del film y una de las más grandes estrellas de Hollywood no volvió a hablar del tema. Porque… ¿quién querría repetir un proceso cinematográfico tan arduo dos veces más?
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