El ex presidente, con 36,6%, no llegó a la cifra que se esperaba. Por su parte, el candidato del gobierno logró el 22,6%. El ex presidente Sebastián Piñera ganador de los comicios de ayer en Chile, habla a la prensa. No pudo en la primera vuelta.
El ex presidente Sebastián Piñera lideró la elección para suceder a la socialista Michelle Bachelet con el 36,63% de los votos escrutados, insuficientes para evitar un balotaje con el candidato oficialista Alejandro Guillier, en segundo lugar.
Con el 94,5% de las mesas escrutadas, la gran sorpresa es el resultado obtenido por la candidata Beatriz Sánchez, del Frente Amplio (izquierda radical), que se encarama con el 20,34% a la tercera posición a solo dos puntos de Guillier, el aspirante de Nueva Mayoría, que obtiene el 22,66%.
Además del resultado inferior a lo esperado de Piñera, el candidato de Chile Vamos (derecha), José Antonio Kast, quien reivindica el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), obtuvo el 7,90% de los votos escrutados.
Le siguen la candidata de la Democracia Cristiana Carolina Goic con el 5,89% y Marcos Enríquez-Ominami (izquierda) con el 5,70%.
Este resultado “reconfigura completamente el paisaje político chileno”, dijo René Jara, analista de la Universidad de Santiago. La votación lograda por Sánchez, la candidata del equivalente al Podemos español, le dan un “poder negociador muy fuerte para la segunda vuelta”, dice el analista.
Aunque hasta ahora se habían mostrado reticentes para dar su apoyo a Guillier, “están obligados a hacerlo porque si no serán los responsables de una vuelta de Piñera” al poder, agrega.
Encuestas equivocadas
Ocho candidatos presidenciales, de ellos seis de centro-izquierda, aspiraban a suceder a la socialista Michelle Bachelet a partir del 11 de marzo próximo en La Moneda.
En el comando de Piñera tratan de minimizar este resultado. “La distancia entre Sebastián Piñera y quien lo sigue, Alejandro Guillier, es similar o equivalente a la distancia que el año 2009 tuvo con el expresidente (Eduardo) Frei”, en el que también hubo 14 puntos de diferencia, dijo Ernesto Silva, del comando del expresidente.
“Los días previos a la elección nos habíamos puesto dos metas centrales: la primera lograr pasar a la segunda vuelta, y la segunda, tener una distancia de al menos 10 puntos”, aseguró Silva.
El multimillonario empresario prometió impulsar la estancada economía chilena y revisar las emblemáticas reformas tributarias, educacional y laboral aprobadas durante el Gobierno de la centroizquierda.
Para el analista Kenneth Bunker, “la derecha llega débil a la segunda vuelta. Ahora todo se trata de negociaciones entre Guillier, el Frente Amplio y Marcos Henríquez-Ominami”. En el comando presidencial de Piñera, reunido en un céntrico hotel de Santiago, los periodistas todavía no habían podido ingresar y reclamaban por ello.
El fantasma de la abstención
Sobre los comicios de ayer, desarrollados sin incidentes relevantes, reinó el fantasma de la baja participación en un país campeón de América Latina de la abstención.
“Es importante que la gente asista (a votar), que ejerza su derecho ciudadano y que vote por quien sienta que representa lo que ellos quieren para Chile”, dijo Bachelet, que evitó hacer pronósticos sobre la participación.
Plebiscito a Bachelet
Con un respaldo de 23% en las encuestas, muchos consideran que estos comicios eran en cierto modo un plebiscito sobre la gestión de la propia Bachelet, que entregó en 2010 el poder a Piñera, rompiendo la hegemonía del centro izquierda desde la recuperación de la democracia en 1990 tras 17 años de dictadura militar.
Sebastián Piñera aseguró al conocer el resultado del comicio que es parecido al del 2009 y que en esa elección ganó.
“Quiero ser el presidente de la unidad, de la clase media, de los niños y de los adultos mayores, de las regiones y del mundo rural”, ha dicho el empresario multimillonario con una fortuna de 2.700 millones de dólares, según la revista Forbes, que ha prometido llevar a Chile al pelotón de los países desarrollados en ocho años.
Guillier, tras pasar de puntillas durante casi toda la campaña sobre el legado de Bachelet, al final prometió continuar las reformas que han quedado a medias, como la de la Constitución que data de la época de la dictadura.
“La historia demostrará que se tomaron las decisiones correctas”, dijo el candidato oficialista en el cierre de su campaña.
“Esto sana una herida”
“Es histórico”, “sanador”, fueron las frases repetidas por los chilenos que ayer votaron en París, en las primeras presidenciales en que los residentes del exterior sufragan, y unos llegaron con lágrimas tras viajar toda la noche y otros con el recuerdo de los muertos de la dictadura.
Óscar Inostroza, de 80 años, votó con lágrimas en los ojos, después de viajar toda la noche en bus desde Grenoble, en el sureste de Francia, a más de 500 kilómetros.
“Este es un día histórico, es el gran placer de sentirme ciudadano ahora que ya estoy en el término de mi existencia”, contó a la AFP con la voz quebrada este profesor jubilado que llegó a Francia como refugiado en 1974.
Esta es la primera vez que los chilenos en el exterior pueden votar, tras una reforma impulsada por el gobierno.
Al cierre de las urnas en París votaron 847 electores, de las 1.383 personas habilitadas.
Según un recuento parcial, de los 847 votos emitidos en París, la candidata del Frente Amplio (izquierda), Beatriz Sánchez, obtuvo 355, seguida por Guillier con 308, escoltado por Piñera con 93.
La reforma para permitir el voto en el extranjero, aprobada por el Congreso en agosto del pasado año, fue criticada por la derecha, ya que estima que la mayoría de los votantes tienen afinidad con la izquierda o son exiliados de la dictadura de Augusto Pinochet.
Fuente:http://losandes.com.ar/article/view?slug=balotaje-con-suspenso-entre-pinera-y-el-oficialista-guillier
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