San Rafael, Mendoza viernes 29 de noviembre de 2024

Irrigación pronosticó el 8º año de emergencia hídrica y por primera vez anunció medidas para enfrentarlo

Dique agua del toro

El Pronóstico de Escurrimientos de Aguas Superficiales de los ríos de Mendoza determina que los caudales variarán entre pobres y secos. Nuevas obras y cambios en el manejo del agua son los pilares de las medidas que se tomarán.

En la mañana de este martes, el Departamento General de Irrigación presentó el Pronóstico de Escurrimiento de Aguas Superficiales período 2017/2018. Se trata de una estimación de los caudales de los ríos que permite establecer un plan de manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, entre otros usos.

Su importancia, además, está directamente relacionada con el cronograma anual de erogaciones que se realiza para el sistema hídrico de Mendoza. A partir de las disertaciones de la jornada, la realidad indica que habrá problemas para satisfacer las demandas en todas las cuencas.

La jornada se caracterizó por una serie de exposiciones en el salón principal de la sede central de Irrigación. Comenzó con la bienvenida del superintendente Sergio Marinelli y asistieron funcionarios de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y de San Juan, además de los de Irrigación, inspectores de Cauce, regantes y productores.

“Tendremos un año más de escasez, lo cual nos obliga a tomar medidas, analizar y hacer las cosas desde un punto de vista distinto: desde la demanda. Por eso ayer firmé una resolución, la 1410, que contempla una serie de instrucciones a las distintas áreas de este organismo que tienen que ver con el sistema de riego en general. Tenemos una problemática en casi todos los ríos, que se profundiza un poco más en el río Tunuyán Superior”, afirmó Marinelli.

“Este conjunto de medidas que hemos propuesto están enmarcadas en la política que, desde el primer minuto de esta gestión, venimos desarrollando y tratando de llevar a cabo, la cual va a ser profundizada en los próximos meses y años. Se trata de la concreción de obras pero además de un cambio cultural muy importante en la manera de regar”, aseguró Marinelli.

Y continuó, taxativo: “Necesitamos eficiencia no sólo a la hora de mejorar la manera de distribuir  el agua sino también en la manera de regar intrafinca”.

A Marinelli lo secundaron en la palabra los ingenieros Lucio Mercado, de San Juan, y Hugo Cinca, de la Nación, coincidiendo en las consecuencias negativas de la escasez de nevadas.

Luego fue el turno del director de Gestión Hídrica de Irrigación, Rubén Villodas, encargado de exponer la situación hidrológica para el próximo ciclo en cada uno de los ríos.

El ingeniero indicó que el pronóstico para todos los ríos es el siguiente:

  • Río Mendoza: pobre.
  • Río Tunuyán: seco.
  • Río Atuel: pobre.
  • Río Malargüe: seco.
  • Río Grande: pobre.
  • Río Diamante: pobre.

“Para los regantes del río Tunuyán se viene una situación difícil, ya que según nuestras estimaciones, el que damos a conocer hoy es el peor pronóstico de la última década”, destacó Villodas. “Mientras que en el río Mendoza, este es el peor de los últimos ocho años. La situación para Malargüe también es bastante preocupante”, agregó.

Medidas para mitigar el impacto de la emergencia hídrica 

El secretario de Gestión Hídrica de Irrigación, Fernando Gomensoro,  presentó las medidas propuestas para contrarrestar un nuevo año de emergencia hídrica.

“Dado el pronóstico y las demandas que hay, es necesario tomar una serie de medidas para poder aprovechar el agua que hay de la mejor manera posible”.

“Hoy presentamos medidas relacionadas con el manejo del agua y medidas relacionadas con la concreción de obras. Entre las primeras, podemos mencionar tratar de tener las erogaciones de acuerdo a las demandas de las superficies cultivadas en cada cuenca, planificar entonces lo que se va a desembalsar mes a mes, de acuerdo a lo que necesitan los cultivos, para cubrir el mayor porcentaje posible de esas demandas, y luego verificar si esto es posible con los volúmenes embalsados y los volúmenes de operación de cada embalse”.

“Luego, llegando a la red primaria, la idea es que los caudales y los coeficientes de riego que se manejan sean los adecuados de acuerdo a estos desembalses para que el servicio a nivel mayorista en cada Inspección de Cauce se corresponda al patrón de cultivo y a las demandas que cada Inspección de Cauce tiene. Mientas que en la red de distribución secundaria y terciaria, la idea es apoyar a las Inspecciones de Cauce para que mejoren su cuadro de turno”.

“Creemos que con esta mejor gestión podemos dar un servicio de riego adecuado, que para ser aprovechado tiene que tener también una buena aplicación de riego intrafinca. Entonces, la idea es trabajar en capacitación y en recetas de riego intrafinca que sirvan para poder regar mejor. Creemos que podemos incrementar la eficiencia en el orden del 15%”.

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