A nivel mundial se han realizado unos 55,7 millones de abortos anuales. Así lo indica  un estudio recientemente publicado que analiza datos facilitados por 184 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante el período comprendido entre 2010 y 2014. Si puede suceder que haya casos en que esta cifra tremenda implica también la muerte de la madre (los llamados abortos inseguros), en todos los casos implica la muerte del bebé (es lo que se llama aborto seguro). La cantidad de muertos de las dos guerras mundiales juntas no llega a la cifra de personas asesinadas anualmente por el aborto. Esto significa una guerra, una carnicería silenciosa que se llava 55,7millones de vidas cada año. Por eso en el Mundo se ha levantado una ola de Marchas por la vida para defender a esos que no tienen voz y no se pueden defender.

El pasado miércoles 27 de setiembre como en otras ciudades del país hubo en San Rafael una concurrida Marcha por la Vida que recorrió las calles céntricas de la ciudad. Alrededor de 4000 personas asistieron a la Marcha sanrafaelina al mismo tiempo y coordinadamente con las Marchas que se producían con idéntico fin en Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, San Luis, Tandil, General Alvear, Rosario, Córdoba, Villa María, La Rioja, Santiago del Estero, Suncho Corral, Neuquén y San Juan.

Con las consignas: «Jugate por la vida»,  «Los bebés de la Argentina necesitan tener voz», «Legal o ilegal, el aborto mata igual» miles de argentinos, entre ellos numerosas familias y mujeres embarazadas, participaron de la iniciativa mundial “Marcha por la Vida”, a favor de la vida por nacer y en contra del crimen del aborto. Las Marchas por la vida se realizan en América: Perú, Colombia, Chile, Paraguay, Bolivia, Ottawa (Canada), Washington y San Francisco (Estados Unidos). Europa: Paris, Roma, Madrid, Varsovia, Praga, Dublin, Berlin, Bruxelas. Otras lugares: Brisbane (Australia) y Nairobi (Kenya) y Owerri (Nigeria).

Estas Marchas tienen lugar porque en el mundo de hoy y en nuestra patria se ha entablado una lucha abierta contra la familia, contra el orden natural, contra la vida humana. Porque son muchas las familias que  se niegan a que les roben el alma de sus hijos con la ideología de género. Porque son muchos los que están hartos de las imposiciones del lobby gay.

Por eso se han levantado en el Mundo, en América y en la Argentina estas voces para decir: «yo no acepto la ideología de género». Para decir: «con mis hijos no se metan». Para decir: «basta de asesinar niños».Para decir «basta de fobia antifamilia». «Basta!»