Para llevar adelante la prueba piloto sobre riego acordado en la quinta zona de riego del río Mendoza, como se anunció este miércoles en Lavalle, Irrigación contrató el asesoramiento de un especialista procedente de España, Luis Ruiz Casquero. Se trata de un ingeniero agrónomo de vasta experiencia en riego acordado, tras sus trabajos de consultoría en FAO (Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y en otros organismos internacionales.

El especialista está en Mendoza para llevar adelante el proyecto de riego acordado con los regantes del canal Bajada de Araujo, en Costa de Araujo, Lavalle. Este lugar ha sido elegido debido a su desarrollada infraestructura en canales revestidos, que posibilitan la aplicación de esta metodología nueva de reparto del agua.

“Se espera del riego acordado una mejora en la eficiencia de aplicación, porque en el actual sistema de turnados, el regante sólo dispone de agua cuando le toca el turno y en la cantidad de agua que le corresponde”, aseguró Ruiz Casquero. “La idea es que el regante pueda, de alguna forma, pedir el agua que tiene asignada en el momento y cantidad que le convenga al cultivo y a las condiciones de aplicación del riego en la parcela”.

“Queremos que para la próxima campaña de riego ya esté en marcha esta metodología. Por ello, durante unos meses, habrá comunicación con los regantes y la Asociación de Inspecciones de Cauce y, de a poco, iremos viendo la respuesta de los regantes a este tipo de riego acordado”.

En unos días más se inaugurará una serie de obras de revestimiento e infiltración en la quinta zona de riego. De ahí que Irrigación apuesta a realizar la prueba piloto en este lugar.

“Se ha elegido esta zona por el desarrollo que tienen los canales en infraestructura, canales revestidos y aforadores repartidos a lo largo del sistema de distribución. Recientemente se han puesto en marcha tres reservorios en el canal San Martín, quinto y sexto tramo, con lo cual podrían dar una flexibilidad en la distribución del agua para poder dar esos riegos fuera de turno”, dijo el español.

El beneficio del riego acordado es dar agua a la planta en el tiempo en que lo necesita y, además, mejorar la eficiencia de aplicación en parcelas con el manejo de tiempos de riego.

“Técnicamente es fácil de aplicar el riego acordado. Lo complicado es saber llevar a los interesados para no chocar con ellos, explicándoles, llevarlos de la mano, comunicando mucho para que vayan concientizándose de los beneficios que aporta este tipo de riego. Es un cambio de mentalidad, pero cuando ven que el manejo del agua se puede hacer, notan los beneficios que les trae”, finalizó el especialista.