Afectó a Puebla, Morelos y la ciudad de México. Al menos 44 edificios colapsaron. Rescatistas aún buscan personas bajo los escombros. Llegó a 7,1 en la escala Richter
Las autoridades mexicanas reportaban cerca de 138 muertos por un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que sacudió con violencia el centro del país y redujo a decenas de edificios a escombros, donde los rescatistas buscaban sobrevivientes.
El fenómenos se produjo justo en el aniversario del devastador sismo de 1985 que causó cerca de 10.000 muertos y es recordado como el peor desastre que afectó a México.
El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó que el movimiento tuvo epicentro entre los estados Morelos y Puebla. El sismo ocurrió solo días después de otro que cobró 98 vidas en el sur del país.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, declaró la emergencia nacional.
Al menos 54 personas fallecieron en el central estado Morelos, nueve en el Estado de México, 26 en Puebla y alrededor de 30 en la capital del país, Ciudad de México, donde según autoridades colapsaron unos 44 edificios, entre ellos una escuela primaria y un centro comercial donde quedó gente atrapada.
Las autoridades no descartaron que la cifra de fallecidos pudiera seguir en aumento debido a la cantidad de daños.
Las imágenes televisivas no cesaron de mostrar durante todo el día equipos de rescate y vecinos desesperados que intentaban sacar gente de entre los escombros en varios edificios. Uno de ellos en la colonia Del Valle y otro perteneciente a una escuela Doctores, de la capital. Se escuchaban gritos de personas atrapadas que clamaban por ayuda.
«Se cayó el edificio, el 286, hay muchas personas atrapadas. No nos dicen nada… Mi esposa está allí, no me he podido comunicar con ella, no me contesta. Ella estaba en su cuarto», decía entre lágrimas Juan Jesús García, de 33 años.
En el sur de la ciudad, en Coyoacán, la Iglesia de San Juan Bautista sufrió daños en una de sus torres y en Xochimilco se cayó la parroquia de San Bernardino.
En esta zona un videoaficionado registró el fuerte movimiento del agua de los canales. Un ola gigante cruzó de lado a lado y removió las tradicionales trajineras.
En todas las zonas afectadas hubo daños en edificios, algunos de los cuales quedaron colapsados. Se cayeron numerosas bardas y se desprendieron fachadas de departamentos y edificios públicos en una capital donde aún se respira a miedo.
Unos 3,8 millones de personas quedaron sin electricidad en los estados afectados, dijo la estatal Comisión Federal de Electricidad, y la telefonía funcionaba de forma intermitente. Muchas de las principales rutas del centro del país quedaron severamente dañadas y las clases fueron suspendidas en ocho estados mientras se revisaba la integridad de las escuelas.
El coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, pidió a la población no volver a sus inmuebles hasta que sean revisados. El aeropuerto de Ciudad de México suspendió actividades temporalmente por daños, aunque pocas horas después las reanudó.
El terremoto ocurrió horas después de que la ciudad de México hiciera un gran simulacro nacional de sismos para recordar el ocurrido en 1985 que dejó miles de muertos.
El presidente Enrique Peña Nieto, que se encontraba fuera de Ciudad de México, anunció su regreso a la capital para coordinar las labores de rescate y más tarde convocó al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación. Peña Nieto anunció el despliegue de 3.000 militares en la capital. Un gran número de voluntarios se sumó a las tareas de remoción de escombros en busca de posibles víctimas, ya que las autoridades locales temen que haya un gran número de personas atrapadas.
En una primera reacción, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su solidaridad con los mexicanos. «Dios bendiga a la gente de Ciudad de México. Estamos con ustedes y los vamos a apoyar», escribió en su cuenta Twitter.
Juan Manuel Santos, el presidente de Colombia, por su parte expresó su «solidaridad» con el Gobierno y el pueblo mexicano.
El Gobierno argentino, por su parte, expresó su «más sincera solidaridad al Gobierno y al pueblo de México» por las víctimas del terremoto que afectó el país. «La Argentina acompaña a México en estas circunstancias y manifiesta su voluntad de colaborar en la ayuda a los damnificados por el terremoto» indicó en un comunicado la Cancillería que conduce Jorge Faurie.
Además, el Gobierno puso a disposición teléfonos de las oficinas de la Cancillería y del Consulado en México, a los que se podrá contactar para obtener información.
Fuente:https://www.cronista.com/internacionales/Tragedia-en-Mexico-fuerte-terremoto-provoco-al-menos-138-muertos-y-severos-danos-20170920-0065.html
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