Un forense digital explica las diferentes señales ocultas y recursos que hay que tener en cuenta para identificar si una imagen fue editada
Fíjate bien en la foto de arriba. Es una foto normal, ¿cierto? Un hombre le entrega algo a otro. Pero en realidad, es falsa: uno de los hombres nunca estuvo en el lugar.
Sin importar cuán bueno crees que eres para identificar un efecto trucado, la mayoría de nosotros somos muy malos diferenciado una foto real de una manipulada.
Farid es forense digital y analista de imagen líder en su área. Y como tal escudriña las fotografías en busca de señales casi imperceptibles que sugieren que una imagen ha sido manipulada.
Un truco que ha aprendido con el tiempo es revisar la dirección de la luz reflejada en los ojos de las personas.
«Si esto no es consistente, entonces la imagen puede ser una composición».
Otro elemento que puede darte pistas sobre la autenticidad de una imagen es el color de las orejas de las personas.
«Si el sol pega detrás, las orejas se verán rojas porque verás la sangre (que corre por dentro)».
Pero Farid también cuenta con herramientas más precisas a su disposición.
Como jefe de ciencia computarizada de la Universidad de Dartmouth, durante décadas ha estado estudiando cómo detectar fotografías que han sido manipuladas.
Manipulación desde siempre
Las fotos falsas no son un fenómeno nuevo.
Incluso el famoso retrato del presidente estadounidense Abraham Lincoln es una composición, con la cabeza del presidente superpuesta en el cuerpo de otro político.
Sin embargo, la ubicuidad de las cámaras digitales y los programas de edición de fotos han hecho que este sea un problema más relevante.
Ni siquiera los gobiernos se escapan de publicar imágenes manipuladas, como las fotos de las pruebas de misiles de Irán en 2008.
Farid advierte que cuando los gobiernos utilizan fotografías de lugares como Corea del Norte, Irak y Siria para tomar decisiones cruciales, más que nunca debe ser puesta a prueba su veracidad.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (Darpa, en inglés), que desarrolla tecnología para el ejército de Estados Unidos, está tratando de crear una herramienta que detecte automáticamente si una imagen o video ha sido manipulada.
Farid trabaja como investigador en uno de los equipos del Darpa junto con Kevin Conner, con quien fundó la agencia de análisis de imágenes Fourandsix.
Juntos desarrollaron la herramienta Izitru que detecta cómo un archivo es guardado y determina si una imagen salió directamente de la cámara a la agencia.
«El reto es que la tecnología no está en una etapa en la que se puede alimentar de cualquier imagen al azar y obtener una respuesta inequívoca», señala Conner.
Pero sin ayuda de ella, los humanos somos excepcionalmente malos en identificar imágenes falsas.
Que lo digan las leyes de la física
La primera cosa para la que somos muy malo es cuestionar la fuente de la imagen.
En un estudio realizado por la Universidad Federal Rio Grande do Sul en Brasil, a los participantes se les mostró una serie de fotos y se les preguntó si habían sido manipuladas.
Sólo pudieron detectar en el 47% de los casos aquellas que eran falsas.
Victor Schetinger, un estudiante de doctorado que participó en el estudio, comenta que con frecuencia sus amigos y colegas le preguntan sobre la legitimidad de las fotografías.
«Toda mi investigación me lleva a concluir que no puedo (detectarlo) a simple vista».
«Con más frecuencia de la que uno piensa, la gente cree que las imágenes reales son falsas y las falsas son reales», señala Farid.
La solución es hacer que las computadoras detecten aquellas inconsistencias que a los humanos se les escapa.
Y para ello los fotógrafos forenses utilizan una batería de técnicas y algoritmos, muchas de las cuales examinan si la imagen encaja con las leyes de la física.
El caso Lee Harvey Oswald
Examinemos un célebre caso que ha dado pie a toda clase de teorías de la conspiración.
La foto de arriba corresponde a Lee Harvey Oswald, el exsoldado estadounidense que en 1963 asesinó al presidente John F. Kennedy. Fue tomada -según las autoridades- en el jardín de su casa en ese mismo año.
Los investigadores lo usaron como evidencia para demostrar su culpabilidad después de comparar el rifle de la imagen con el arma que encontraron tras el asesinato.
Las teorías conspirativas señalan algunos detalles en la foto que «evidencian» que fue truncada: las sombras, particularmente las de la cara de Oswald, pareciere que vienen de una luz distinta.
Farid y sus colegas examinaron la imagen en repetidas ocasiones, y tras construir modelos en 3D, concluyeron que la escena era consistente con una sola fuente de luz.
En definitiva, los investigadores no pudieron encontrar evidencia de que la imagen había sido manipulada.
Los datos detrás de la imagen
Otros métodos de autenticación no tienen nada que ver con el contenido de la foto, sino con los metadatos de la misma.
Cuando una fotografía se toma con un teléfono o una cámara, con frecuencia se trata de un archivo .jpeg, que utiliza un tipo de compresión.
Y esto trae una serie de datos y metadatos asociados tanto al tamaño del archivo como a información sobre la fecha en que la foto fue tomada, el tipo de cámara que se utilizó e incluso el lugar en que se tomó.
«No existe un sólo formato .jpeg», explica Farid. «Cada cámara comprime con cantidades distintas. Hay diferencia de calidad y de metadata».
Las autoridades con frecuencia utilizan esta información para verificar si una foto fue alterada después de haber sido bajada de la cámara.
Es posible manipular una fotografía y reordenar esos datos para que parezcan auténticos. Pero no es una tarea fácil.
Con todo, Farid enfatiza que las técnicas forenses no garantizan que las fotos falsas puedan ser detectadas.
Qué puedes hacer tú
¿Cómo podemos los simples mortales detectar una imagen falsa que circule en internet?
Si bien no disponemos de una batería de herramientas forenses, podemos echar mano de buscadores de imágenes como tineye.com o imágenes de Google.
Farid también sugiere fijarse en en quién publica la imagen.
«Las fotos publicadas en sitios de noticias convencionales y de buena reputación como el New York Times tiene una alta probabilidad de ser reales, en comparación con las fotos publicadas en sitios menos conocidos», comenta.
Sin embargo, incluso las reputadas organizaciones de noticias pueden ser engañadas con una foto que haya sido manipulada al detalle.
«Siempre se requiere una cantidad sana de escepticismo a la hora de consumir imágenes digitales», advierte Farid.
«Pero no dejes que ese escepticismo te abrume, ya que es tan fácil pensar que una foto real es falsa y viceversa».
Fuente:http://www.lanacion.com.ar/2046660-como-detectar-si-una-foto-es-falsa
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