Intel se ha convertido en el decimotercer patrocinador oficial de los Juegos Olímpicos. Un acuerdo firmado ayer en Nueva York junto al presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, asegurará un papel protagonista a la compañía de Santa Clara en todas las competiciones que se celebren hasta el año 2024, empezando por los Juegos Olímpicos de invierno de PyeongChang, previstos para febrero de 2018. 

Pero el papel de Intel será diferente al de otros patrocinadores. Con la ayuda de la empresa de semiconductores, el Comité Olímpico Internacional espera, durante la próxima década, modernizar los juegos y atraer a una nueva generación de espectadores que ya no está tan pendiente de las emisiones convencionales de televisión.

«Es una unión perfecta porque nuestros intereses están alineados. El espíritu de los Juegos Olímpicos no es sólo la excelencia deportiva, sino también conectar y unir a personas de todo el mundo, valores que comparte Intel», ha asegurado Thomas Bach en la firma del acuerdo.

La llegada de Intel transformará la forma de ver estos macroeventos deportivos. La compañía, por ejemplo, pondrá énfasis en el uso de la realidad virtual y el vídeo esférico en las retransmisiones. Con sus cámaras TrueVR, capaces de capturar 180 grados de acción, los espectadores podrán usar cascos de realidad virtual para ver las jugadas, saltos o rutinas a pie de cancha, desde el ángulo que prefieran y con información en tiempo real de los tiempos o marcadores.

Intel también proveerá sistemas de vídeo volumétrico similares a los que ya está utilizando para retransmitir partidos de fútbol, baloncesto, beisbol y otros deportes en varios países del mundo. En estas competiciones un conjunto de 32 cámaras graba la acción desde varios puntos y alturas diferentes. Todo ese vídeo -unos 2 TB de información cada minuto-, se analiza en un potente servidor externo para generar una recreación tridimensional de la acción casi en tiempo real.

La recreación puede utilizarse entonces para realizar una repetición desde un ángulo diferente o un movimiento de cámara virtual que capture mejor al deportista. «Podemos incluso recrear cómo sería la perspectiva desde el punto de vista del atleta sin tener que instalar una cámara en su casco», asegura Brian Krzanich, presidente de Intel. Gracias al acuerdo, Krzanich será uno de los portadores de la antorcha olímpica en los próximos juegos.

Más de 16 eventos en las próximas Olimpiadas de Invierno se podrán disfrutar en tiempo real con visores de realidad virtual, tanto los que usan teléfonos móviles como soporte como dispositivos dedicados y más complejos como el conocido Oculus Rift. Salto y patinaje artístico están entre las disciplinas escogidas y podrán disfrutarse también bajo demanda una vez finalicen las competiciones.

Para Intel, será una oportunidad de demostrar que tiene un negocio mucho más grande que el PC, el mercado con el que suele asociarse tradicionalmente a la marca a pesar de los grandes avances realizados en los últimos años en visión artificial, servidores, tecnología vestible, internet de los objetos y conectividad.

Para el COI, este tipo de retransmisiones servirá para despertar el interés de las nuevas generaciones en los Juegos Olímpicos. Los próximos tres eventos olímpicos se celebrarán en países asiáticos, el territorio con mayor índice de público juvenil, comunidades donde el consumo de vídeo a través del teléfono móvil o redes sociales ha superado ya al consumo de retransmisiones a través de televisión convencional. Las experiencias también ayudarán a que sea más fácil disfrutar las competiciones en Europa y América a pesar de la gran diferencia horaria.

«Las olimpiadas han sido siempre una plataforma pionera en la adopción de la tecnología. La retransmisión en televisión, la cámara lenta o la repetición instantánea, por ejemplo, se usaron por primera vez en los Juegos Olímpicos», añade Krzanich.

Además de nuevas formas de grabar y retransmitir la acción, Intel prestará también apoyo al COI con su experiencia a la hora de pilotar grandes enjambres de drones. La compañía utilizará drones con luces volando en formación para crear espectáculos animados durante las ceremonias de los juegos, por ejemplo. También grabará las distintas pruebas con cámaras aéreas que serán capaces de ofrecer imágenes que hasta ahora resultaba imposible obtener mediante cámaras convencionales.

Drones con cámaras se han utilizado ya en los Juegos Olímpicos de Río y Sochi, pero Intel y el COI estudian expandir su uso a más competiciones y están realizando pruebas de seguridad para garantizar que puedan operar sin peligro para el público o los atletas.

Tecnología 5G

Pero lo más interesante del patorcinio es que servirá también para acelerar la conocida como 5G, la nueva generación de redes de telefonía y datos. Este tipo de redes no está pensada sólo para descargar datos a mayor velocidad sino también para hacerlo con una menor latencia y de forma simultánea en un mayor número de dispositivos.

Intel instalará acceso 5G en todas las villas olímpicas y será la infraestructura empleada para retransmitir en tiempo real toda la información de las competiciones deportivas. «Es difícil encontrar un campo de pruebas mejor para 5G que un evento de estas características, que atraen a millones de espectadores y demanda una

elevada calidad de conexión», aseguraba a El Mundo Aisha Evans, vicepresidente y responsable global de estrategia de Intel, en un encuentro tras la firma del acuerdo.

Evans también apunta a la extensa experiencia de Intel en el campo de la electrónica vestible como una de las ventajas de esta colaboración. La compañía proveerá sensores y equipo informático a los atletas y entrenadores para medir con precisión el rendimiento, tanto en las fases de prueba como en la propia competición. Estos datos servirán de complemento a la retransmisión en vídeo y ofrecerán un nivel de detalle nunca visto hasta ahora en retransmisiones deportivas.