Se trata de un nuevo microsatélite que lanza la empresa argentina Satellogic. Servirá para hacer imágenes útiles para la industria agropecuaria, minera e infraestructura.
En la medianoche que separa el miércoles del jueves, desde una base espacial en China, partirá hacia su destino el Milanesat, sexto satélite desarrollado por la compañía argentina Satellogic. Una hora y media más tarde, a una antena receptora ubicada en Córdoba, llegarán las primeras señales que darán cuenta que el equipo comienza a funcionar. Milanesat, que ganó su nombre en un concurso público, en el que votaron más de 10 mil personas, se convertirá en el nuevo integrante de la familia satelital formada por otros cinco microsatélites similares: Fresco, Batata, Capitán Beto, Manolito y Tita.
«El Milanesat fue diseñado para volar en órbita polar, a unos 550 kilómetros sobre la superficie, y desde allí –por medio de sus tres cámaras de observación terrestre- se dedicará a tomar imágenes satelitales que, tras ser procesadas, contienen información muy útil para varias industrias», le explicó a Perfil Alan Kharsansky, ingeniero de sistemas satelitales en Satellogic.
Los tres rubros que, según este experto, son a los que apuntan con sus servicios corresponden a la industria agropecuaria, la de extracción de petróleo y para realizar observaciones y monitoreo de infraestructura crítica -como puentes o caminos- en un caso de emergencia o catástrofe climática, como las inundaciones.
«En la órbita polar en la que permanecerá estacionado durante sus tres años previstos de vida útil, el Milanesat circunvalará la Tierra unas 15 veces diarias, ya que cada vuelta le toma 93 minutos», detalló Kharsansky. De esas, sobrevolará Argentina tres veces al día. «Pero el resto del tiempo también sacamos imágenes, porque nuestros productos le son útiles a los usuarios de cualquier país».
El cohete-vector que lo lleva hasta su altura predeterminada es chino y -para los entusiastas del tema- el equipo de la empresa armó una página web donde se muestra la cuenta regresiva y luego harán actualizaciones periódicas de los primeros momentos de la activación. «Luego tendremos un par de semanas para terminar la puesta a punto operativa y comenzaremos a recibir las imágenes que tome el Milanesat».
Como es. El satélite tiene aspectos y dimensiones de un lavarropas –unos 80 centímetros de alto por 40 de ancho-, aunque pesa 80 kilogramos. Claro que en su interior hay un arreglo complejo de componentes y chips de alta tecnología y está forrado en paneles solares que alimentan sus baterías.
«Tratamos de usar mayoritariamente productos diseñados y fabricados por nosotros y también integramos partes de buena calidad, pero estandarizadas (off the shelf). Esto significa que, básicamente no son componentes fabricados para la industria satelital, y de esa manera logramos mantener los costos a raya». Y gracias a la experiencia acumulada con los cinco anteriores, «ya tenemos un equipo confiable y sabemos bastante bien que componentes funcionan correctamente en el vacío y en las duras condiciones de radiación y temperatura del espacio en el que se mueve».
Como la idea de la compañía es poner en órbita una verdadera flotilla de equipos de observación, en su fábrica de Uruguay están terminado los dos próximos modelos: «serán puestos en órbita aproximadamente en agosto de este año», adelantó Kharsansky. Los interesados en seguir la cuenta regresiva pueden acceder al sitio: http://is-milanesat- in.space/
Fuente:http://www.perfil.com/ciencia/ponen-en-orbita-el-milanesat-un-nuevo-satelite-argentino.phtml
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