Malcorra, «clave en el regreso de la Argentina al mundo», se va a Madrid por «motivos familiares»
Susana Malcorra, ministra de Exteriores de Mauricio Macri y persona central de su primer Gobierno, deja su puesto. Es el segundo cambio clave en el Ejecutivo argentino después de la caída en diciembre del ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay. Sin embargo, lo de este último fue una destitución fulminante por disputas internas, el caso de Malcorra parece realmente una cuestión personal, ya que su familia reside en Madrid. Allí irá como «asesora con rango de ministro». El nuevo canciller será Jorge Faurie, un diplomático que era embajador en París, por lo que el cambio tampoco tiene un fuerte trasfondo político, más allá de que el Ejecutivo sigue bajando el perfil y los más cercanos a Macri, como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, siguen acumulando poder sin figuras relevantes para hacerles sombra. Fulvio Pompeo, principal asesor de Macri en asuntos internacionales, también acumula más poder sin Malcorra en Exteriores.
Macri compareció con Malcorra y lamentó su salida. «No son novedades de las más felices. Nuestra canciller nos abandona por temas estrictamente personales. Va a dejar de ejercer este rol tan importante y tan fundamental que ha ejercido en este año y medio, donde nos hemos reinsertado en el mundo como nunca antes, generando un afecto del resto del mundo hacia nuestro país», clamó el presidente. «Susana ha sido una pieza fundamental porque ella ya tenía una historia en el mundo, ya que fue jefa de gabinete de Ban Ki-Moon [ex secretario general de la ONU]. Todas esas relaciones las puso al servicio de Argentina y ha sido para mí una colaboradora fundamental. La vamos a extrañar», remató.
«Es complejo porque se trata de una decisión que tiene tensiones entre el orgullo de representar a la Argentina en el mundo y hacerme cargo de mis cuestiones familiares. La distancia con mi familia que vive en Madrid acumula dos años», se justificó Malcorra. «Hemos trabajado mucho, hemos llegado muy lejos y hoy estamos sentados a las mesas de todos los procesos de decisión. Estamos en el G-20, foros regionales y hemos avanzado en lo bilateral con todos los países del mundo, pero seguramente queda mucho por hacer». La familia de Malcorra nunca se desplazó con ella a vivir a Buenos Aires. Llevaban muchos años residiendo en Madrid, mientras ella recorría el mundo con sus puestos internacionales y decidieron quedarse en la capital española. Después de viajes constantes, Malcorra ha decidido quedarse allí.
Malcorra fue un gran fichaje de Macri pero ya se rumoreaba su salida desde el momento en que fracasó en su gran ambición, ser secretaria general de la ONU. Estuvo en la recta final pero quedó descartada y lamentó que el elegido fuera de nuevo un hombre, el portugués Antonio Guterres. En Buenos Aires muchos insistían en que la cancillería se le quedaba pequeña a Malcorra, aunque ella lo negaba en una reciente entrevista en EL PAÍS. Ya entonces se planteaba la posibilidad de que acabara en España con su familia. No será embajadora sino asesora.
Con Malcorra, Macri protagonizó un giro de 180 grados a la política exterior del kirchnerismo para regresar a la línea tradicional de Argentina: buena relación con EEUU -tuvo estrechos vínculos con Obama y ahora trata de acercarse a Donald Trump, a quien criticó antes de las elecciones- y fuerte acercamiento a la Unión Europea. Sin embargo, Macri sí ha mantenido los estrechos vínculos iniciados con el kirchnerismo con China. De hecho, el reciente viaje al gigante asiático ha sido una de las últimas tareas de Malcorra antes de anunciar su salida, que se hará efectiva el 12 de junio.
Macri ha dado un giro también en Latinoamérica, donde Argentina pasó de una gran cercanía con el chavismo a un enfrentamiento total con Venezuela, a quien contribuyó a expulsar de Mercosur. Macri y Malcorra también iniciaron un acercamiento de Mercosur y la Alianza del Pacífico que ahora deberá rematar su sucesor. Marcos Peña, jefe de Gabinete, señaló que es importante que sea un diplomático el que se haga cargo de esta plaza. «Es muy importante dar esa señal a los diplomáticos argentinos», explicó. Argentina será sede en 2018 del G-20, una de las principales tareas que le tocará ahora a Faurie.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2017/05/29/argentina/1496083713_632885.html
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