El Gobierno de Mendoza está culminando el proyecto de intervención del Fuerte de San Rafael, que propone la apertura espacial de la plaza –antigua plaza de armas del fuerte– para vincularla con la Villa 25 de Mayo. Incluye también tareas de ordenamiento y limpieza de la forestación existente, reubicación de objetos (cañones, imágenes, placas y monolitos) y trabajos de arqueología histórica.
El fuerte, ubicado sobre la rivera norte del río Diamante, al suroeste de la antigua Villa 25 de Mayo, fue fundado en 1805 como parte de la planificación de la llamada “conquista del desierto”. Sus ruinas constituyen uno de los pocos testimonios que restan de este tipo de construcciones.
Rodrigo Reza, inspector técnico de la obra, comentó: “Nos encontramos realizando las tareas finales y ultimando los detalles para que en unos 15 días más podamos dar por finalizada la obra. La empresa Terra está trabajando a buen ritmo e incluso planea seguirlo haciendo durante el fin de semana, a fin de cumplir con los plazos de entrega”.
El Fuerte de San Rafael del Diamante cumplió una labor defensiva y generó el desarrollo de un poblado pionero, que atrajo contingentes de europeos volcados a la economía de pastoreo y de la agricultura de viñedos y frutales.
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