Desde hoy la Universidad Tecnológica Nacional regional San Rafael y el Museo de Ciencias Naturales estarán en condiciones de realizar análisis “de isótopos estables”, un procedimiento que pone a la Argentina a la vanguardia científica.

El laboratorio será el segundo en América Latina. En la atención de estas instalaciones, ubicadas en el Centro Tecnológico que la Universidad posee en el complejo Los Reyunos, también participan activamente el Conicet y el INTA (ver Los Andes 21/8/ 2016).

Esta aparatología, entre otros muchos usos, permite datar restos arqueológicos, establecer dietas humanas antiguas, migraciones, nutrición de las comunidades a través del tiempo, caracterización de acuíferos, origen de las lluvias, contaminantes.

También se puede utilizar en análisis forenses y en otras muchas ramas de las ciencias naturales (ver aparte). Estas pruebas hasta ahora sólo se hacían en otros países con costos elevados que interferían muchas veces en las investigaciones.

El equipamiento fue adquirido para ser instalado en el sur provincial por los estudios que realiza hace tiempo un equipo de investigadores del departamento de Antropología del Museo de Historia Natural de San Rafael (encabezados por Gustavo Neme y Adolfo Gil).

Funcionará en un espacio preparado especialmente en las instalaciones de la Facultad Regional San Rafael de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) pero ahora desde allí brindará servicios tanto a usuarios académicos (investigadores) como para el sector privado de distintas ramas productivas (como la alimentación) o de servicios (como el petróleo). El costo de instalación y puesta en funcionamiento es de alrededor 10 millones de pesos.

Se trata de un espectrómetro de relación isotópica que permite -entre otras cosas- a los arqueólogos datar la antigüedad de los hallazgos, por ejemplo a través de algunos elementos químicos como el carbono 13 ó el 14. También para realizar control de calidad de alimentos, ya que se puede trazar la procedencia y composición de los alimentos o certificar calidad en vinos, miel y aceites de oliva, porque evidencia si hay adulteraciones.

Para los investigadores locales permitirá conocer qué comían los antiguos pobladores del sur mendocino, incluso de dónde tomaban agua, y otros hábitos como la utilización de la agricultura, la incorporación de alimentos que no eran de la región o por qué se establecieron en una región y no en otra.

Potenciales usos

Ecología: Caracterización de dieta. Definición de redes tróficas. Migración.

Agronomía y producción animal: Suelos, fisiología vegetal, tejidos animales y vegetales, etc. (Estudios metabólicos).

Hidrología: Caracterización de acuíferos, origen de las lluvias, contaminantes.

Petroquímica: Materia orgánica en sedimentos, caracterizaciones de petróleos.

Paleoclimatología: Variación isotópica en anillos de árboles, moluscos marinos y terrestres.

Arqueología: Dieta humana, migración, nutrición. Estudio en colágeno de huesos, pelos, uñas.

Forense: Procedencia; dieta previa al suceso. Detección del origen de drogas ilegales, etc.

Industria de la alimentación: Denominación de Origen, caracterización del producto (vinos,lácteos, mieles, té, chacinados etc.) y comparación con composiciones isotópicas naturales.

Fuente: UTN-San Rafael