«Un club chico al gobierno; la Liga de los Gobernadores (o sea, los grandes) al poder». Aunque Julio Grondona haya muerto en 2014, sus frases siguen vigentes. La AFA se encamina a hacerle caso aún cuando ya no la maneje el caudillo de Sarandí. Claudio Tapia , único candidato a presidente, se reunió ayer con Marcelo Tinelli y Rodolfo D’Onofrio para sumarlos a su lista. El conductor televisivo fue el primero en recibir las señales de que la unidad era posible. El día se fue en esas gestiones, que continuarán hoy desde bien temprano. 

«Las elecciones están confirmadas y firmes: serán el 29 de marzo», dijo Armando Pérez, presidente del Comité de Regularización al salir del edificio de la AFA. El cronograma electoral, firmado y convalidado por la Asamblea del 24 de febrero, no se modificará.

«River y San Lorenzo no pueden quedarse afuera». La frase escondía un tono imperativo. La escucharon cerca de Tapia, el hombre que acaricia la presidencia de la AFA. Sus allegados supieron que había que mover fichas para que azulgranas y millonarios acompañaran la lista del presidente de Barracas Central. Hubo llamados desde las primeras horas del día entre las segundas líneas de las huestes de Tapia y Tinelli. «¿Cómo lo ven? ¿Es posible que se acerquen y nos acompañen?», lanzaron de un lado. La respuesta fue un guiño. Un allegado de Tinelli lo llamó y le planteó tres escenarios posibles: romper definitivamente, ir a elecciones para perder por goleada o negociar para acompañar a Tapia y que no haya vencedores ni vencidos. Tinelli escuchó y meditó y respondió: «Haré lo que sea mejor para el fútbol argentino».

Al mediodía, Tinelli debía reunirse con sus pares de la comisión audiovisual. Llegó a las 11.30 al edificio IBM, sede del cónclave. A la media hora arribó Jorge Brito (River). El resto (Víctor Blanco, Daniel Angelici, Carlos Montaña y Claudio Tapia) se demoró más de una hora y media. Venían de otra reunión en un hotel céntrico. Y tenían la idea fija: sumar al conductor a la lista de Tapia. Los directivos no hablaron una palabra de las ofertas por los derechos de TV, el motivo por el cual se habían convocado. Fue todo política y persuasión.

Pasado el mediodía, Tinelli, el mismo que había denostado a Tapia y los dirigentes que lo acompañan desde su cuenta de Twitter, estaba más cerca de ser el nuevo secretario de Selecciones de la AFA. El cargo, en un principio, estaba reservado para Nicolás Russo, pero el presidente de Lanús no opuso reparos en que quedara en manos del animador de TV. Aunque no integraría el Comité Ejecutivo, San Lorenzo estaba casi adentro. Faltaba River.

D’Onofrio debía presidir la reunión de comisión directiva de su club. A último momento se excusó. Puso rumbo a un lugar que conoce de memoria: el Palacio Alcorta (Figueroa Alcorta y San Martín de Tours). Lo esperaba Tinelli, que cerró su celular. Un rato después los acompañó Tapia. Antes, en la AFA, el presidente de Barracas Central se había asegurado de que no se postergaran las elecciones. Ahora buscaba el consenso. Y evitar un eventual foco de conflicto que pusiera en riesgo su gobierno en la AFA.

El acuerdo se tejió hasta último momento: D’Onofrio ocuparía la vicepresidencia segunda, que hasta ayer estaba en manos de Hugo Moyano. El líder de Camioneros pasaría a la tesorería, cuyo primer candidato era Alejandro Nadur (Huracán). Tinelli se haría cargo de las selecciones y podría pedir algún lugar más para los clubes que lo acompañaron en estos días, como Vélez o Newell’s. Una posibilidad es la protesorería.

«Estamos esperando la fumata blanca, un acuerdo político que reflejaría un acto de madurez de toda la dirigencia», dijeron ayer a última hora quienes gobiernan la AFA. Ese acuerdo se demoró hasta hoy, cuando ambos sectores volverán a reunirse. Tapia madrugará una vez más y juntará a sus más allegados a las 9 de la mañana en el Ceamse. Sabe como nadie que es el último esfuerzo. Sumar a River y San Lorenzo implicaría dejar atrás cualquier atisbo de confrontación. El 29 de marzo sería elegido presidente de la AFA por aclamación y unanimidad. Una postal impensada para el ascenso hace dos años y medio, cuando todavía vivía Julio Grondona y era amo y señor del fútbol argentino.

La planilla no aparece

Agremiados sigue sin dar los números club por club. En cuanto el conflicto con los futbolistas escaló y se transformó en un cese de actividades, La Nación intentó conocer las cifras de las deudas reales que los clubes mantenían con sus planteles. Desde hace 10 días que desde el gremio se comprometieron a brindar la planilla con el detalle de los atrasos, club por club. La información no apareció. El gremio se escudó en la «enorme actividad» que debía realizar esta semana con sus afiliados para postergar la entrega de los datos, que jamás se realizó. Según fuentes de Agremiados, seis clubes de Primera son los que tienen más atrasos: Olimpo, Temperley, Quilmes, Colón, Newell’s y Banfield.