Con Carlos Auzqui adentro, y mientras aún negocia por Emiliano Rigoni, en River reina el hermetismo sobre los refuerzos. La dirigencia se mueve con sigilo para dar un nuevo golpe, como cuando sin que nadie se lo esperara confirmó la vuelta de Andrés D’Alessandro.

Según informaron en Radio La Red, Rodolfo D’Onofrio, Enzo Francescoli y compañía comenzaron tratativas para intentar repatriar a un hombre surgido de las inferiores millonarias y con presente en la Selección argentina: Erik Lamela.  

El futbolista del Tottenham, que se encuentra en Roma recuperándose de una lesión, atraviesa un complicado momento personal y no vería con malos ojos retornar al país para jugar unos meses a préstamo en River y poder disputar la Copa Libertadores con los dirigidos por Marcelo Gallardo, quien ya dio el visto bueno para su llegada.

«Lamela se encuentra afectado de una crisis emocional, primero por el accidente que sufrió su hermano y luego, por la muerte de su mascota, su perro Simba», confesó Mauricio Pochettino, su entrenador en el conjunto inglés, al diario italiano La Gazzetta dello Sport.

No es un dato menor que por la molestia en su cadera, el jugador, de 24 años, no juega en los Spurs desde octubre pasado.