Con poco tiempo para dedicarle al ejercicio físico, combinar el trabajo de fuerza y el aeróbico es la mejor opción para alcanzar el máximo rendimiento. Cuánto tiempo hay que ejercitarse en la semana
Entre rutinas, responsabilidades y obligaciones es poco el tiempo que se obtiene para practicar ejercicio. En esa pausa que permite entrenarse, sacar el máximo rendimiento de la actividad es el principal objetivo, aunque a veces puede generar un efecto negativo, en donde el sobreentrenamiento o la superación de los límites de exigencia contribuyen negativamente.
El University College de Londres aseguró que son 66 los días necesarios para generar o cambiar un hábito y así conseguir una meta planeada. Pero, ¿qué es mejor? ¿Entrenar la fuerza o la resistencia? Elegir entre ambas también culmina en una decisión equivocada.
El informe de la entidad británica aseguró que las personas que logran entrenar de forma continua lo hacen -en promedio- dos veces por semana y no más de cuarenta minutos en cada ocasión. El problema de centrarse un día en la masa muscular y otro en los ejercicios aeróbicos es que el estímulo al que se somete al cuerpo es insignificante, aun cuando se termina extenuado.
Entonces, ¿cuál es la dinámica ideal? La respuesta es muy sencilla: combinar las dos modalidades en una misma sesión o en diferentes momentos pero dentro del mismo día. Los profesionales lo llaman «entrenamiento concurrente». Siguiendo este camino existe un período clave: el comienzo del año, en donde mucha gente apuesta a la rutina física.
El Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva (ACSM, por sus siglas en inglés) recomienda cada semana al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada repartidos en cinco días –una media hora diaria– o tres sesiones de entre veinte minutos y una hora de actividad intensa.
Sucede que la mayoría de las personas se mueven por picos de intensidad. Entonces muchos entrenadores proponen dividir los objetivos en bloques de 66 días. Eso atraerá resultados e implicará que una nueva meta cause motivación para seguir entrenando.
Lo ideal a veces no es lo que se puede hacer, porque las actividades diarias no lo permiten. Pero es fundamental ser prácticos y aprovechar cada momento de entrenamiento para ejercitarse al máximo, fusionando la actividad física con un buen descanso y una buena alimentación.
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