El murciélago es inofensivo para el hombre ya que no es hematófago, es decir, no se alimenta de sangre. En Mendoza sólo habitan murciélagos insectívoros que al tener hábitos nocturnos, en coincidencia con las horas de mayor actividad de los mosquitos, son capaces de consumir cerca de 1.000 de ellos en una sola noche, incluyendo los portadores de enfermedades como el dengue. También son excelentes polinizadores y dispersores de semillas.

¿Qué  hacer si se encuentra un murciélago en la vivienda?

Venciendo el miedo o la aprehensión, se aconseja tratar de sacarlo sin dañarlo. El murciélago tiene hábito de hibernación por lo que se deberá esperar hasta la primavera, época en la que sale a buscar alimento al atardecer. En ese momento se puede aprovechar para sellar su sitio de refugio (con siliconas, membranas, etc). De esta manera,  se irá en busca de otro sitio (huecos de árboles, debajo de puentes, grietas en techos). Si es verano, habrá que controlar que las
crías no queden adentro.

Para los interesados en mantener las poblaciones de murciélagos en ámbitos urbanos, se sugiere acceder a la sección de “Fauna” de la web de ambiente.mendoza.gov.ar  y descargar un  documento que explica cómo construir, de forma sencilla, refugios donde los murciélagos puedan habitar sin generar problemas a la población.