La audiencia y la continuidad de las cámaras Gesell a testigos y posibles víctimas por el caso los abusos de sexual a menores en el Instituto Antonio Próvolo, han dejado entrever que hubo complicidad de docentes y directivos.

En ese sentido, el fiscal Sidoti solicitará que se investigue a las autoridades educativas (actuales y pasadas) del Próvolo mendocino.

 Los investigadores no creer que todos los ataques se hayan concretado sin que nadie haya tenido conocimiento puertas adentro. Además, les resulta extraño que desde el año 2000 jamás entró en la Dirección General de Escuelas mendocina una sola denuncia contra la institución.

En las denuncias ya radicadas, varios padres coincidieron en señalar que una ex directora conocía las aberraciones que se cometían. Y acusaron a la mujer de haberlas ocultado.

Además se conoció que el sacerdote Nicolás Corradi fue regente del instituto hasta 30 de noviembre, donde además, está declarado su domicilio legal, pero en la Dirección Nacional de Culto Católico no hay ningún registro de éste como sacerdote o integrante del Próvolo.

Por su parte, el fiscal Sidoti continuará con las declaraciones y no está previsto que se haga una nueva inspección ocular en el Próvolo, en la calle Boedo 385 de Carrodilla (Luján de Cuyo).

Entre tanto, los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho enfrentarán este jueves la audiencia oral y pública donde se definirá la prisión preventiva de ambos.