Argentina emergente de julio de 2017 correría peligro porque MSCI exige que no se cobre impuestos a depósitos y a la compra-venta en el mercado de capitales para mantener liquidez
El tan esperado ascenso de categoría de Argentina de mercado fronterizo a emergente, previsto para julio de 2017, correría peligro si se impone el proyecto de renta financiera. MSCI (Morgan Stanley Capital International) exige que no se cobre impuestos a depósitos y a la compra-venta en el mercado de capitales para mantener el suministro de liquidez. Perú, por ejemplo, tuvo que reformar la ley para seguir siendo emergente y le quitó un impuesto a las ganancias a la compra-venta de bolsa.
Por eso, en el Gobierno ya comenzaron con la rosca política para que el martes el proyecto de gravar la renta financiera se trabe en el Senado y no logre la media sanción que le falta. Incluso, Mauricio Macri ya tiene un plan B en caso de que obtenga la media sanción de Senadores: el veto. Como ya lo hizo en mayo con la ley antidespidos y como las 128 veces que vetó, parcial o totalmente, leyes en sus ocho años como jefe de Gobierno porteño.
¿Cuál es la mayor preocupación? Que la huida de depósitos vaya a parar al dólar, y una suba de la divisa traiga una nueva ola de remarcaciones de precios, con lo cual la inflación se iría para arriba. Y como se sabe que la gente vota con el bolsillo, la mira de Cambiemos está puesta en las elecciones legislativas de octubre.
«Gravar las Lebac tendría un efecto negativo sobre la economía, ya que la gente dejaría de invertir en ellas y el Estado se vería privado de esta forma de absorber pesos (es una herramienta de política económica que se utiliza para combatir la inflación). Quienes hasta ahora invertían en esos títulos podrían irse al dólar. Lo mismo ocurriría al gravarse los plazos fijos. Es una medida torpe si se tiene en cuenta el nivel de rentabilidad que da este instrumento. Probablemente, la gente no invierta más en ellos (no cumpliéndose con el objetivo recaudatorio de la medida y encareciéndose el crédito) y vaya al dólar, generándose más inflación», advierte Diego Fraga, de RCTZZ.
Si bien se pone un tope mínimo a partir del cual se pagaría ganancias en los plazos fijos, acá se han olvidado de colocar un método de actualización (a pesar de los múltiples métodos que se incorporan en el resto de la ley). De este modo, por el efecto de la inflación, en poco tiempo todos los plazos fijos estarían gravados.
«El impuesto sobre los inmuebles improductivos es otra señal de alerta para los inversores y para quienes están por adherir al blanqueo o por repatriar sus capitales. Además, duplica la carga fiscal, ya que se superpone con el impuesto a los bienes personales y otros impuestos locales, como el inmobiliario, sin contar las tristemente célebres tasas municipales», alerta Fraga.
En cuanto a los plazos fijos, el punto es que es acumulativo, por lo cual la base imponible es con cada renovación. Quien tiene más de $ 125.000 y renueva sistemáticamente cada 30 días, entra en ese stock total de base imponible, porque suma $ 1,5 millón al año. La idea del proyecto es hacer que el ahorrista se vea obligado a inmovilizar el depósito a mayores plazos que a 30 días: por eso dice que se da con cada inversión.
Pero aún cuando revisen esa condición, la renta financiera puede afectar a unos 225.000 depositantes que tienen entre $ 1 y $ 5 millones, por un total de $ 50.000 millones (sobre un total de $ 510.000 millones en depósitos). Con que sólo una parte buscara refugio en el billete, obligaría al gobierno a buscar deuda en el exterior para abastecer el mercado.
En el corto plazo implica una aceleración en la demanda de dólares en un momento en que la demanda neta de las personas físicas alcanza a entre los u$s 800 a u$s 1000 millones por mes. En los primeros diez meses del año, las personas físicas compraron por u$s 14.278 millones y vendieron por u$s 4857 millones: casi u$s 10.000 millones abajo está el sistema con los ahorristas pequeños y medianos, de hasta $ 5 millones de capital.
El otro gran inconveniente es que el crédito de los bancos se va a encarecer. En la City estiman que las tasas de préstamos a empresas podrían llegar a subir entre 5 y 6 puntos si el proyecto de Massa sale tal cual. El encarecimiento de los créditos vendrá por la dolarización.
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