En los años posteriores a la crisis financiera, los países encontraron formas innovadoras para ayudar a las industrias nacionales. Pero a los economistas les preocupa que una nueva ola de proteccionismo en reacción a ataques cibernéticos afecte el crecimiento global
Los ataques comenzaron en febrero de 2010, cuando un supuesto e-mail del director ejecutivo de US Steel llegó a la bandeja de entrada de dos docenas de empleados. En semanas «UglyGorilla», un hacker chino, había ingresado supuestamente al menos en 1700 de las computadoras y los dispositivos móviles de la empresa.
Según US Steel, los verdaderos resultados se conocieron un año más tarde, cuando hackers chinos apuntaron a la computadora de un investigador de la empresa utilizando métodos similares. En cuestión de días les habían robado archivos secretos con detalles de cómo producir tipos de acero de ultra alta resistencia que se utilizan en la industria automotriz. La empresa estadounidense afirma que menos de dos años después Baosteel de China ampliaba sus propios productos, luego de haber sorteado un obstáculo técnico utilizando herramientas que a US Steel le llevó más de diez años desarrollar.
Los ataques se detallan en documentos elaborados para dos casos independientes. Parecen thrillers cibernéticos del siglo XXI. Las ramificaciones podrían incluir una antigua guerra comercial entre las dos economías más importantes del mundo, y el incidente es un ejemplo de los nuevos campos de batalla de la economía mundial.
En un reclamo presentado esta primavera, US Steel argumentó que los ataques cibernéticos no solo beneficiaron a Baosteel, sino a toda la industria de acero china: un supuesto ejemplo de robo auspiciado por el Estado que justificó la prohibición de todas las importaciones de acero chino a Estados Unidos.
Si la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos falla a favor de US Steel, abogados especialistas en derecho comercial y otros expertos sostienen que será la primera vez que un ataque cibernético supuestamente apoyado por el Estado tenga como consecuencia que un país imponga sanciones comerciales a otro. El caso de US se presentó conforme a un artículo comúnmente utilizado de la Ley arancelaria de 1930, que permite prohibir importaciones vinculadas con propiedad intelectual robada. Pero la relación con un supuesto robo cibernético muestra que el rápido auge de la tecnología digital está creando disparadores de conflictos comerciales, muchas veces porque no existe ninguna ley internacional en materia de hackeo, cifrado y otras áreas.
«Es un caso innovador», afirma Chad Bown, exasesor económico del presidente Barack Obama que ahora se desempeña en el Instituto Peterson de Economía Internacional de Washington. «Este va a ser un caso interesante.»
Sin barreras
Desde la crisis financiera de 2008, el mundo trató de evitar un nuevo ciclo de proteccionismo. Muchas personas temían que eso generara una nueva imposición ojo por ojo de las barreras al comercio, las que economistas consideran que fueron el motivo que extendió la Gran Depresión de la década de 1930.
Sin embargo, a los legisladores les preocupan los nuevos métodos que los países están usando para proteger sus industrias. Ya sea por el uso innovador de leyes viejas, como en el caso de US Steel, o de nuevas normas en materia de cifrado y etiquetado, el comercio mundial está experimentando una nueva ola de proteccionismo que algunos economistas sostienen que está afectando el crecimiento mundial.
Quizás lo que más preocupa a los economistas y legisladores es que la nueva ola de proteccionismo sea la antesala del surgimiento de populistas anti-comercio como Donald Trump, el candidato republicano a presidente de Estados Unidos, y el rechazo del público a la globalización.
«Todo el proteccionismo ocurrió antes de Trump y el Brexit y cabe preguntarse qué condimento agregará el auge del populismo a esta espiral proteccionista», afirma Simon Evenett, profesor de la Universidad de Saint Gallen, Suiza, quien encabezó la investigación de GTA.
Estas medidas llevaron a situaciones absurdas. En 2014, funcionarios de Morrison, Colorado, casi pierden un subsidio federal de u$s 144.000 para reparar un puente antiguo porque un contratista instaló vigas de acero enrolladas en Canadá antes de que le otorgasen una excepción.
Impacto digital
Los expertos alegan que el proteccionismo es cada vez más difícil de medir. Douglas Irwin, historiador económico del Dartmouth College, New Hampshire, sostiene que en el mundo hay mucho más «proteccionismo disfrazado» en forma de nuevas normas de etiquetado que dejan a los competidores extranjeros en desventaja.
Y añade: «Lo que está claro es que el tipo de proteccionismo de ahora es mucho más insidioso que el de la década de 1980», cuando Estados Unidos elevó los aranceles a las importaciones de televisores, semiconductores y otros productos eléctricos de Japón en nombre de la protección de las industrias nacionales.
En el ámbito digital, el problema de la medición es grave porque en muchos casos los gobiernos están luchando para ponerse al día con las realidades comerciales. Esa situación llevó a enfrentamientos entre los gobiernos y la industria de la tecnología sobre cuestiones como la privacidad, casos en que se permite que las empresas almacenen recursos como datos de clientes o las normas de cifrado.
La medida exacta del efecto que la nueva ola de proteccionismo está teniendo en la economía mundial sigue siendo objeto de debate. En un análisis de los encuentros anuales del FMI y el Banco Mundial, celebrados la semana pasada, los economistas del FMI atribuyeron solo una pequeña parte de la desaceleración del comercio al proteccionismo.
No obstante, Maurice Obstfeld, principal economista del FMI, sostiene que las iniciativas de los gobiernos para proteger a las industrias de la competencia externa impulsadas por la crisis de 2008, han cobrado relevancia para la economía global.
Muchos países culpan a China por el exceso de metales como el acero que causó un derrumbe de los precios. En Estados Unidos, esto llevó a casos antidumping que derivaron en la aplicación de aranceles de hasta el 500% sobre algunos tipos de acero de China. En Europa, los problemas de la industria siderúrgica alimentaron la oposición a los planes de la UE para designar a China como economía de mercado, como Beijing afirma que debe hacerse a finales de este año de acuerdo con los términos de su ingreso a la OMC en 2001.
«Vienen detrás nuestro y aun así pretenden imponernos límites mediante el proteccionismo», dice. «Llevan la delantera en las industrias de tecnología. Así es que, ¿cuál es el propósito de usar el proteccionismo para ayudar a una industria en decadencia?»
En una declaración publicada en abril en el momento en que se anunció el caso de US Steel, Baosteel negó las acusaciones y sostuvo sobre el asunto que se trataba de una «conjetura no verificada».
Obstáculos al comercio digital
Las industrias pesadas tradicionales no son las únicas que experimentan nuevas formas de proteccionismo. Independientemente de que la incertidumbre se refiera a China o a otros estados, a los funcionarios de Washington les preocupa el avance del «proteccionismo digital».
En julio, el gobierno de Barack Obama creó una unidad de «respuesta rápida» para combatir los obstáculos al comercio digital. En un informe reciente la Cámara de Comercio de Estados Unidos advirtió que la industria mundial de TI corría riesgo de sufrir una balcanización peligrosa debido a las normas proteccionistas nacionales de tecnología, y apuntó a las reglas de China, Rusia, India, Brasil e incluso la UE y Estados Unidos. «Estas tendencias plantean graves riesgos económicos a la economía global», señalaron los autores del informe.
El cortafuegos sirve aparentemente para proteger a la población de China contra la pornografía y cualquier cosa que el Partido Comunista gobernante considere sensible. Pero el bloqueo de marcas como Facebook, Twitter o Reuters impide que grupos de internet y conglomerados de medios de Occidente compitan en China, mientras permite que homólogos nacionales, entre ellos el motor de búsqueda de Internet Baidu o la agencia estatal de noticias Xinhua, prosperen.
En agosto una coalición de algunos de los grupos empresariales más grandes, entre ellos los lobbies industriales de Japón y Europa, enviaron una carta a Li Keqiang, primer ministro de China, en la que pedían que Beijing revisara una nueva ley de seguridad cibernética y normas de seguros.
Los economistas todavía coinciden en que el tipo de proteccionismo vigente desde la crisis de 2008 dista mucho del de la década de 1930.
Fuente: El Cronista
Sé el primero en comentar en «Los campos de batalla de la economía mundial en la era digital»