La Argentina asumió mayores compromisos medioambientales en la última cumbre de Cambio Climático (COP21) de diciembre.
Bajo este enfoque, en la Segunda Conferencia Panamericana de Biocombustibles y Bioenergías, que se hizo esta semana en Buenos Aires, se abordaron temas claves asociados a la sustentabilidad agrícola y energética.
Uno de los organizadores de este simposio, Jorge Hilbert, consultor internacional del INTA en temas relacionados con los biocombustibles y docente de la Universidad Tecnológica Nacional, opinó, en diálogo conClarín Rural, sobre la importancia de esta industria.
“Los biocombustibles aportan estabilidad al sistema y la posibilidad de generar una alternativa comercial diferente y adicional en muchos casos”, sostuvo Hilbert. Asimismo, agregó que cada vez se amplía más esta industria en Argentina, la cual se puede comparar a una “pirámide” que en su base tiene a los biocombustibles de “relativo” bajo valor pero alto volumen de producción.
La realización de este simposio, co-organizado por un comité integrado por la Asociación Argentina de Ingenieros Químicos, el Instituto Americano de Ingenieros Químicos (American Institite of Chemical Engineers, por sus siglas en inglés) y el Insitute para la Sustentabilidad (Insitute for Sustainability), también pone en evidencia el peso del país, el cual es primer exportador global de biocombustibles.
Hilbert trazó un panorama nacional sobre cómo se está arraigando las bioenergías a la matriz energética.
“El biodiésel y las glicerinas derivados del aceite de soja en el polo aceitero de Rosario generaron una alternativa comercial de productos más amplia. Por su parte, el bioetanol produjo una localización del maíz por arriba de los 300 kilómetros de distancia a Puerto, lo cual le permite capturar los beneficios del transporte y de otros productos, como destilados húmedos para alimentación animal, o los secos destinados a la exportación. También otras alternativas de aprovechamiento de biomasa es lo que sucede en el NEA y NOA. En el nordeste vinculado con el aprovechamiento de los residuos forestales y la generación de energía térmica a gran escala y, en el noroeste, el aprovechamiento de los residuos de caña de azúcar también orientados a la generación de energía térmica y eléctrica en plantas industriales. A esto hay que sumarle los combustibles gaseosos como lo es el biogás, que hay unas cien plantas en Argentina, de las cuales veinte son de gran escala con un cometido ambiental y energético”, señaló el experto.
Según Keith Kline, experto norteamericano del Intituto Científico de Cambio Climático, “toda la sociedad está en un carrera por el aprovechamiento de los recursos fósiles y hay que manejar el sistema de una forma saludable y eso implica aprovechar energías alternativas y renovables”, dijo Kline.
De esta manera, añadió el experto, la ciencia y la tecnología están trabajando intensamente para generar una matriz energética diversa.
Kline advirtió, en este sentido, que “estamos en un punto de quiebre en el cambio en la matriz y por eso hay que manejar los recursos naturales más conscientemente.
Para ello, las bioenergías es una de las herramientas para incentivar estos cambios ya que generan más valor agregado a las materias primas y evitan prácticas de alto impacto ambiental para los recursos naturales.
Fuente: http://www.clarin.com/rural/Proyectan-bioenergias-futuro-agricultura_0_1651634975.html
Sé el primero en comentar en «Proyectan que las bioenergías son el futuro de la agricultura»