Pirámide Informativa

En el PreCongreso de Administración Pública el superintendente General de Irrigación presentó el Plan Agua 2020 y habló de los riesgos de no contemplar este concepto histórico.

 En el marco del Precongreso de Administración Pública en la Universidad Nacional de Cuyo, y ante un auditorio de más de 350 personas, José Luis Álvarez explicó la importancia de afianzar el principio de inherencia del agua a la tierra, acompañando un crecimiento urbano ordenado.

La preocupación del Departamento General de Irrigación, abordada desde el Plan Agua 2020, es evitar que sigan desapareciendo áreas de riego de la provincia, ya que esto implica una disminución de la disponibilidad de agua y la productividad, constituyendo un serio riesgo para el crecimiento futuro.

Históricamente, el principio de inherencia del agua a la tierra impedía el avance urbano sobre áreas irrigadas. En la actualidad, los grandes emprendimientos inmobiliarios han ocupado terrenos de cultivo afectando una de las principales actividades económicas de la provincia.

 Al respecto, Álvarez manifestó “es fundamental que el desarrollo urbano sea compatible con la gestión del recurso hídrico, para poder crecer de manera sostenible. Desde Irrigación trabajamos para que se respete el principio de inherencia al servicio de la producción, en una aplicación adecuada de la ley de Uso del Suelo que el gobernador Francisco Pérez está impulsando”.

 El Plan Agua 2020, desarrollado en el 2012 por el Departamento General de Irrigación junto a otros organismos públicos, se apoya en 4 ejes principales: balance hídrico; eficiencia en métodos de conducción y distribución; calidad; y legal e institucional.

El balance hídrico, una deuda histórica del Departamento General de Irrigación, será presentado en los próximos meses y constituirá una importante herramienta de trabajo, ya que a través de este detallado informe se podrá conocer efectivamente cuál es la demanda y la disponibilidad de agua en la provincia.

Fuente: PRENSA-IRRIGACION