Uno ejemplo es Arredo, la cadena de ropa para la casa, que la semana pasada inauguró un «siestario» en sus oficinas administrativas y que replicará en breve en su centro de logística.

«La idea es ver al sueño como algo productivo y no caer en el lugar común de que se trata de una pérdida del tiempo. Por eso decidimos abrir los siestarios. El desafío es convencer a la gente de que es algo bueno, que no está mal visto. Por ejemplo, que el líder del área de finanzas inculque a las 40 personas que trabajan con él que en algún momento se tomen un descanso. Pero es lógico que al principio haya una barrera cultural», explicó Tomás Sasson, director de la empresa familiar con más de 40 años en el mercado textil y cerca de 650 empleados. La firma ya venía desarrollando otras acciones para «revalorizar» el ocio en el espacio de trabajo como, por ejemplo, ciclos de cine.

Los modernos siestarios –decorados con paredes de madera, luces tenues y colores cálidos– funcionan de 11 a 17 y se reservan por espacio de 20 minutos. Además, cada uno cuenta con una pequeña biblioteca de 10 libros para los que decidan usar el lugar para relajarse pero no necesariamente para dormir. Los interesados se deben anotar previamente en una planilla que es coordinada por los jefes y gerentes.

En el centro de logística, ubicado en Barracas y donde trabajan unas 80 personas, por una cuestión de espacio, el siestario será semicerrado y con sillones en lugar de camas. La compañía también prevé extender estos lugares de descanso a los locales de venta al público donde, en general, los empleados no tienen un espacio agradable para descansar o comer. Hoy cuentan con más de 70 puntos de venta en la Argentina y Uruguay y el 70% de su producción es nacional.

Entre las empresas locales, también se destaca la iniciativa de Google, una de las pioneras, que hace tres años inauguró un siestario en sus oficinas de Puerto Madero con una chaise-longue ergonómica, iluminación tenue y música de relajación. Ese año, también se hizo algo similar en los estudios de las radio Metro y Rock and Pop.

La iniciativa de Arredo se enmarca dentro de un proyecto anual –llamado «Proyecto Dormir»– donde participaron investigadores del Conicet y se armaron campañas publicitarias, que promueven conductas saludables relacionadas con el sueño en las tiendas de la marca y sus redes sociales. Las investigaciones muestran que mientras en los años ‘50 se dormía en promedio unas ocho horas diarias, actualmente esa cantidad se redujo unas dos horas menos por noche. Además, aseguran que si se duerme cinco horas por noche, se tiene un 50% de probabilidades de padecer obesidad, porque la falta de sueño libera ghrelina, la hormona del hambre. «El buen dormir es extremadamente necesario no sólo para el buen humor diurno. Cuando dormimos, se genera el proceso cerebral de consolidación de la memoria; incorporamos aprendizaje y crece nuestra capacidad de crear soluciones novedosas a problemas complejos», señala la investigación.