El tipo de cambio real cayó de 1,53 a 1,24 desde la devaluación de diciembre. Preocupa a industriales pérdida de competitividad. Prevén mayor afluencia de divisas para inversión
La mejora de competitividad obtenida por la devaluación de diciembre y la quita de retenciones a varios sectores de la economía ya fueron en gran parte licuadas por la inflación y la baja nominal del tipo de cambio del último mes ayer el dólar cerró en 14, impulsada por la gran oferta de dólares existente en el mercado y la escasa intervención del Banco Central. Cómo ser competitivo en un modelo de apertura al ingreso de capitales, necesarios para impulsar la inversión, es el gran debate que se está dando en los despachos oficiales, que comenzaron a analizar con preocupación el atraso cambiario, al igual que los sectores productivos.
Frente a una devaluación que el mercado inicialmente consideró exitosa porque no había generado un traslado a precios importante la suba del tipo de cambio fue del 60% y la inflación acumulaba un 16% desde noviembre, cuando ya habían comenzado a subir los precios, ahora el tipo de cambio nominal cayó y la diferencia con el valor del dólar previo a la depreciación es del 40%, con una inflación que acumula un 33%.
«Todavía no se perdió todo. Si se toma diciembre de 2001 como base 100, el tipo de cambio real pasó de 1,10 antes de la devaluación a 1,53. En mayo bajó a 1,28 y ahora ronda el 1,24 aproximadamente», afirmó la directora de Bein & Asociados, Marina dal Poggetto, quien agregó que amortiguó la caída el debilitamiento del dólar a nivel global en los últimos tres meses, que mejoró el vínculo bilateral con los socios comerciales.
Según explicó Rodrigo Alvarez, de Analytica, «este modelo cierra con el ingreso de capitales, al menos en el corto plazo, y eso lleva a un proceso de apreciación de la moneda». «Si bien estamos en una época donde estacionalmente hay excedente de divisas por la cosecha gruesa, la mayor parte viene por el ingreso de dólares financieros y no comerciales y eso es lo preocupante, si bien es positivo porque implica que hay oportunidades y necesidad de financiamiento», sostuvo el analista.
En este contexto, lo que todos los economistas plantean es que aún controlando la inflación la meta del Gobierno para el próximo semestre, será difícil tener un tipo de cambio alto, por lo que deberá trabajarse en factores estructurales que mejoren la competitividad, como temas logísticos, de infraestructura, transporte, productividad laboral y el marco institucional, entre otros. Hasta los propios industriales plantearon en muchas oportunidades que no sirve de nada subir el tipo de cambio si no se mejoran todos estos temas porque la devaluación se va directamente a precios y la ventaja se licúa rápidamente.
En el contexto del abundante ingreso de dólares, Alvarez mencionó el «efecto sustitución», que implica que las empresas reemplacen financiamiento local caro por crédito internacional más barato. «Con la perspectiva de un tipo de cambio estable, los costos en el exterior son mucho más bajos, por lo que tomarán deuda afuera, traerán esos dólares y cancelarán deuda local», manifestó el economista. Además, si bien el BCRA está impulsando una baja en las tasas de interés, siguen resultando atractivas para los inversores.
Por otra parte, el blanqueo de capitales anunciado por el Gobierno, que está en pleno debate en el Congreso, también podría disparar una afluencia importante de divisas.
El directivo de la consultora Analytica señaló que en abril se perdió un 6% de competitividad, básicamente por efecto de la inflación, y en mayo otro 6% por suba de precios y baja del dólar nominal.
Las proyecciones de inflación de la mayoría de las consultoras son a la baja, si bien la estimación para el año no baja del 38%. El fuerte alza de los primeros meses del año se produjo, en primer lugar, por el efecto de la devaluación pass through, en la jerga económica y luego por el fuerte ajuste de tarifas decidido por el gobierno de Mauricio Macri para comenzar a corregir los retrasos en los precios de los servicios públicos, prácticamente congelados durante 10 años. «La inflación va a ir bajando en los próximos meses para llegar a 1,5% mensual en el último trimestre, pero si sumás los efectos de una inflación desacelerándose pero aún alta con expectativas de estabilidad cambiaria, el combo es difícil de manejar», señaló Alvarez, para quien «el atraso cambiario llegó para quedarse».
De acuerdo con Dante Sica, de la consultora Abeceb.com, «es claro que hay preocupación en los sectores productivos y hasta en el propio Gobierno por la apreciación del tipo de cambio y va a venir una fuerte discusión por este tema», pero «más que esperar una mejora del tipo de cambio nominal, la clave es bajar la inflación y trabajar el resto de los factores que generar más competitividad».
Para algunos sectores, como el agro, el tipo de cambio actual es competitivo. Más ahora que hubo una mejora en los precios de los commodities. Otros son más afectados, como los industriales que exportan, así como también a los que deben competir en el mercado interno con las importaciones, que crecieron 9% en el cuatrimestre.
Fuente: http://www.cronista.com/economiapolitica/Con-alta-inflacion-y-el-dolar-en-baja-anticipan-que-el-atraso-cambiario-llego-para-quedarse-20160607-0064.html
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