San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

River: sensación de chance perdida

 Lucas Alario con el balón a la vista y lejos del alcance de Gino Peruzzi en la Bombonera (AFP)Lucas Alario con el balón a la vista y lejos del alcance de Gino Peruzzi en la Bombonera (AFP)

La única sonrisa que se vio en la antesala del vestuario de River fue la de Marcelo Gallardo, al observar el enjambre de periodistas que lo esperaban para escuchar su análisis del Superclásico. Allí, los semblantes eran más bien serios, propios de una sensación de disconformismo. En River todos sintieron que dejaron pasar una muy buena chance de volver a ganar en la Bombonera. “Jugamos 80 minutos con un hombre de más. ¿Cómo no les ganamos si nos dieron semejante ventaja?”, se preguntaba, por lo bajo, uno de los dirigentes en la cancha de baby fútbol de la Bombonera, a metros del vestuario donde Gallardo y sus dirigidos también se lamentaban por no haber podido conseguir los tres puntos pese al escenario fértil para ello que les dejó la rápida expulsión de Pablo Pérez.

River quedó rápidamente alejado de la lucha por el campeonato y su objetivo pasó a ser con exclusividad la Copa Libertadores, en cuyo marco el jueves visitará a Independiente del Valle de Ecuador por los octavos de final. Sin embargo, Gallardo le dio toda la importancia posible al Superclásico: puso al equipo titular, por más que venía de jugar el jueves ante Trujillanos y de que dentro de tres días arrancará la serie de octavos en la altura de Quito. Criado en River, el Muñeco sabe que los duelos ante Boca son una suerte de campeonato en sí mismos. Tenía, además, el objetivo de sacarse la espina de no haber podido ganar ningún Superclásico por campeonatos locales durante su gestión. Dejó a Boca afuera de la Copa Sudamericana 2014 y de la Libertadores 2015, ambas ganadas por River, pero en el ámbito doméstico parece no haber caso: de cinco duelos contra el clásico rival, empató tres y perdió dos.

El sabor a poco que dejó en River el empate se extendió a la opaca actuación del equipo. No tuvo imaginación ni cambio de ritmo de mitad de cancha hacia adelante. Y esa sensación de desencanto se potenció por la falta de enjundia para arriar al rival al menos con espíritu combativo. River fue un equipo que no supo imponer condiciones ni siquiera desde el aspecto emocional. Y, esta vez, quedó la sensación de que Gallardo no ayudó con sus cambios. Pareció exagerado que Nicolás Bertolo jugara los 90 minutos después de lo poco que ofreció y quedó flotando una pregunta: ¿por qué no entró Leonardo Pisculichi para tratar de asociarse con D’Alessandro? El técnico dijo que buscó más presencia en el área y frescura con Iván Alonso y Sebastián Driussi por Lucas Alario y Rodrigo Mora. Y también comentó que el ingreso de Pisculichi era una alternativa que tenía en mente, pero que el golpe que sufrió Milton Casco le impidió poner al ex Argentinos ya que debió entrar Emanuel Mammana.

El empate como visitante, muchas veces considerado un buen resultado, esta vez no dejó buenas sensaciones en River. Aunque, desde ya, tampoco hubo margen para darle un tono dramático al reparto de puntos. Un tren dejado pasar, no mucho más que eso, porque estaba en juego el honor y poco más: la chance de luchar por el título se había evaporado prematuramente para ambos.

Entre la bronca y el lamento, ahora a River no le queda otra que enfocarse definitivamente en el objetivo de tratar de retener el título de la Libertadores. Necesitará elevar el nivel juego y ratificar una certeza que tiene Gallardo: su equipo se potencia en los duelos coperos mano a mano.

Fuente: http://www.clarin.com/deportes/futbol/river-plate/River-sensacion-chance-perdida_0_1565243466.html

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