San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Se invirtieron $ 424 millones y sigue exención a espumantes

imagenEs el cálculo para 2015. Pese a los temores, el sector consiguió otra prórroga a la obligación de tributar 12 por ciento sobre el valor de venta, pero aún no se sabe hasta cuándo.

Luego de diversos reclamos, reuniones y pedidos, se logró prorrogar, una vez más, la exención del impuesto interno a los vinos espumantes que vencía el próximo 30 de abril. Según un informe del Observatorio Vitivinícola, sólo en 2015 las champañeras invirtieron un total de $ 424 millones, cuando el acuerdo exigía que se desembolsaran $ 357,9 millones.

Ése fue uno de los argumentos que presentaron funcionarios y representantes de Cámaras vitivinícolas para solicitar la prórroga que estuvo a punto de caerse y que aún no se sabe a ciencia cierta hasta cuándo será.

La confirmación fue hecha el martes por la noche por el gobernador Alfredo Cornejo en la cena de gala del Mundial de Sommeliers que se realizó en Mendoza.

La situación mantenía en vilo a gran parte del sector vitivinícola ya que si esto no sucedía -exención parcial o definitiva del impuesto a la champaña- se pondría en riesgo a unos 1.900 puestos de trabajo y se comprometería la supervivencia de las bodegas productoras.

En relación a los detalles del decreto, desde Gobernación no pudieron dar más información ya que, hasta el momento, lo que se conoce es que esta prórroga será en las mismas condiciones de reinversión que había con anterioridad.

Desde que se firmó en 2005 la exención del impuesto interno a los vinos espumantes, el acuerdo ha sido siempre el mismo. Para quedar exceptuadas de pagar el tributo del 12% sobre el valor de venta del producto, las bodegas deben realizar inversiones destinadas a mejoras de calidad.

El monto de inversión debe ser un 25% superior a lo que hubieran pagado de impuesto interno. Es decir que por cada $ 100 no tributados, deben invertir $ 125. En los diez años que lleva el acuerdo, las bodegas de vinos espumantes invirtieron hasta más de los exigido.

Según un seguimiento del Observatorio Vitivinícola Argentino, entre 2005 y 2015 las empresas hubieran pagado $ 1.149 millones de impuesto interno si no hubieran sido exceptuadas. La exención, entonces, obligó a los empresarios a invertir por lo menos $ 1.436 millones (25% más de lo que hubieran pagado de impuesto). Sin embargo, durante esos años las bodegas beneficiadas realizaron inversiones por $ 1.724 millones.

Otro dato a tener en cuenta, es que el ritmo de inversiones fue creciendo a lo largo de los años, acompañando un importante crecimiento de las ventas en valor y volumen.

El subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza, Alfredo Aciar, aseguró que «nuestra postura -desde la parte técnica del Ministerio- fue demostrar que gracias a este beneficio la industria de los espumantes había crecido, en facturación, volumen, y número de bodegas que hoy producen. De hecho, cada vez hay más establecimientos que tienen entre sus líneas un espumante, situación que antes no pasaba”.

De hecho, el presidente de Bodegas de Argentina, Walter Bressia, dijo que es importante remarcar que esto no es una exención de impuesto, sino una compensación. “Ese 12% luego lo devolvemos en inversiones y el Estado nacional tiene una mayor recaudación en IVA, impuesto a la ganancia, más trabajo, etc.”.

Aciar, también contó que el gobierno de Macri apuntaba que el espumante debía pagar este impuesto el cual en definitiva llegaba a las clases altas. Sin embargo, la comitiva provincial explicó y defendió en el Ejecutivo nacional, que esa situación era la de antes.

Agregó Bressia que buscaron demostrar al gobierno central que de la torta de ventas, el 45% está dado por espumosos por debajo de los 60 pesos, mientras que el 50% se ubica en la gama de entre 60 pesos y 150 pesos, y sólo el 5% representa a productos por arriba de los $ 150. Es por esto, aseguró el presidente de Bodegas de Argentina, que costó hacer entender a los legisladores que hoy el espumante llega a diversas clases sociales, situaciones de consumo y edades.

La prórroga fue aplaudida por todas las entidades. Carlos Iannizzotto, gerente de Acovi, dijo que es un tema que venían tratando desde hacía un tiempo, reflejando las consecuencias que podía tener el sector y la gravedad que implicaba si no se prorrogaba.

Además “de ser contradictorio con la política que está teniendo este gobierno con su apoyo a las economías regionales”. Agregó: “Es un alivio para un sector que ha hecho los deberes”.

Los números del sector

El desempeño de los espumantes argentinos en el mercado externo no fue el mejor durante el 2015 a pesar de que venía mostrando un desempeño interesante en los últimos años. En base a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, este producto cerró en 2015 con una baja del 13,2% en volumen y del 19,3% en valor.

Por lo tanto, en 2014 los espumantes generaron ingresos por 21 millones de dólares FOB. En 2015 ese número fue menor, cerrando en U$S 17 millones.

Según los empresarios locales, lo que sucedió fue que la pérdida de competitividad pegó muy fuerte a este segmento, que en definitiva compite con mercados más fortalecidos, como Francia y España, que ofrecen productos a precios con los que a Argentina le cuesta competir en góndola.

No obstante, las burbujas ganan terreno en el mercado interno y el panorama de esta bebida es promisorio. Según el Observatorio Vitivinícola, las ventas (despachos) de vino espumante en el mercado interno crecieron desde aproximadamente 22 millones de litros en 2005 a más de 45 millones de litros en 2015 (un crecimiento acumulado del 105%). Mientras que de 2014 y 2015 el crecimiento fue del 7%.
Además, en el período comprendido entre 2005 -cuando comenzaron los beneficios impositivos- y  2015, el volumen de vino espumante fraccionado y el número de bodegas fraccionadoras creció significativamente, pasando en el primer caso de 18 millones a 42 millones de litros, con un aumento del 109%, mientras que de las 59 bodegas fraccionadoras de espumantes en 2005, el sector registró, en 2014, 165 establecimientos en todo el país.

En tanto, el análisis de precios considerando los datos de la Auditoría del mercado de vinos en Argentina que realiza la empresa CCR y que muestra que en el canal directo (supermercados e hipermercados), en 2015, el valor promedio de los vinos espumantes fue de alrededor de 75 pesos, cercano a los vinos de media-alta gama.

Al tiempo, la diversificación de productos permite encontrar en supermercados e hipermercados del país espumantes inferiores a 65 pesos, lo que lo aleja cada vez más de la categoría “producto suntuario”.

Fuente: http://losandes.com.ar/article/se-invirtieron-424-millones-y-sigue-exencion-a-espumantes

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