Tras la histórica sesión en Diputados, el Senado deberá decidir en las próximas semanas; se da por descontado que aprobará el impeachment
BRASILIA.- Al borde del precipicio. Así quedó anoche Dilma Rousseff. Por segunda vez desde el regreso de la democracia, en una aplastante derrota para el gobierno, la Cámara de Diputados decidió abrir unjuicio político contra un presidente.
En un ambiente de alta tensión, con cientos de miles de manifestantes a favor y en contra de Dilma en las calles de un país electrizado por la rocambolesca votación, 367 diputados aprobaron la apertura del juicio, un margen bastante superior al de los dos tercios (342) necesarios para aprobar la polémica moción. De los 513 legisladores, 137 apoyaron a la presidenta, siete se abstuvieron y dos faltaron a la histórica sesión, que por momentos tuvo ribetes de circo.
El gobierno alega que la presidenta no cometió los «crímenes de responsabilidad» de los que está acusada. Y en las últimas semanas, en las que el Partido de los Trabajadores (PT) sufrió una lacerante sangría, denunció que se trata de un «golpe», perpetrado por el vicepresidente Michel Temer y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos miembros del otrora socio del PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), y que están inculpados en el escándalo de corrupción de Petrobras.
En la primera reacción oficialista a la debacle, el abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo, informó que la preidenta hará una declaración al país hoy. «Fue con indignación y tristeza que recibimos esta decisión», resaltó el abogado.
En los próximos dos días, el Senado deberá crear una comisión para evaluar la solicitud de Diputados. Luego, el presidente de la Cámara alta, Renan Calheiros (también del PMDB), deberá determinar el rito exacto a seguir; se espera que dentro de un plazo de diez días hábiles o sesiones el parecer de esa comisión sea sometido a votación en el plenario del Senado.
En la Cámara alta necesitará de una mayoría simple entre los 81 senadores para que Dilma sea apartada de su cargo temporalmente mientras el Senado lleva adelante el juicio propiamente dicho en un plazo de 180 días; mientras tanto, Temer asumiría el mando del Palacio del Planalto.
El vicepresidente se quedaría como jefe del Estado de forma permanente si los senadores -por dos tercios, 54 votos- hallaran culpable a la presidenta, quien sería destituida y se le prohibiría ejercer otro cargo electivo por ocho años. Por ahora, eso sólo ocurrió una sola vez en Brasil, en 1992, con Fernando Collor de Mello, que de todos modos renunció un día antes de ser condenado por el Senado.
Durante casi nueve horas, en una sesión con ribetes caricaturescos, con discursos melodramáticos, insultos y tumultos que por momentos dieron a la histórica votación un aire circense, los diputados acabaron con las esperanzas de Dilma y de su padrino político, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, de frenar el proceso en esta etapa.
En varias oportunidades, Cunha fue tildado de «payaso». Ahora, cuando en los próximos días el Senado vote por ratificar o no el impeachment, no sólo definirá el destino de esta ex guerrillera convertida en la primera mujer en presidir Brasil, sino que también podría poner fin al proyecto político del PT, que lleva 13 años en el poder.
Al igual que todo el país, que siguió la votación con nerviosismo, Dilma, Lula y sus más cercanos asesores se reunieron en la residencia presidencial del Palacio da Alvorada para ver la sesión por televisión. El clima pasó de la ilusión al pesimismo cuando confirmaron que algunos diputados que le habían asegurado su apoyo se dieron vuelta. Según el rumor que corrió durante la tarde, varios parlamentarios habrían recibido llamadas de empresarios para presionarlos a revertir sus votos. A apenas un kilómetro de allí, en el Palacio do Jaburu, el vicepresidente Temer y sus aliados acompañaban la votación como si se tratara de una final del Mundial.
Confusión
En tanto, en el Congreso, cercado por manifestantes a favor y en contra delimpeachment, la Cámara de Diputados era pura confusión, con legisladores de pie en los pasillos, tomándose selfies con sus celulares, a los gritos, envueltos en banderas y con carteles de «¡No habrá golpe!», «¡Impeachment ya!» y, el más popular de todos, «¡Chau, querida!», en referencia a la despedida de Lula a Dilma que se escuchó en las intercepciones telefónicas divulgadas recientemente como parte de las investigaciones sobre Lula por su presunta participación en la red de sobornos de Petrobras.
Con el país sumido en la peor recesión en 85 años, las intervenciones de los diputados hicieron hincapié en el estancamiento económico, el desempleo y la inflación, además del escándalo del petrolão. Muy pocos expusieron sobre las cuestionadas maniobras contables ilegales que son la base del pedido de impeachment; el Senado deberá analizar la sustancia de esas acusaciones.
«Estoy constreñido de participar de esta farsa, de esta elección indirecta conducida por un ladrón, urdida por un traidor conspirador, y apoyada por torturadores, cobardes, analfabetos políticos y vendidos. Voto no al golpe, canallas», señaló el diputado Jean Wyllys, del pequeño Partido Socialismo y Libertad, al anunciar su sufragio contrario a la moción impulsada por la oposición, capitaneada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Voto decisivo
Ironías del destino, le tocó al diputado Bruno Araújo, de Pernambuco, estado natal de Lula y uno de los bastiones del PT, dar el voto decisivo para alcanzar el umbral de los dos tercios necesarios para que la apertura del impeachment fuese aprobada.
«Qué honor que me reservó el destino para que de mi voz salga el grito de esperanza de millones de brasileños», dijo el legislador del PSDB, mientras sus pares entonaban la canción futbolística que dice «Eu sou brasileiro/com muito orgullo/como muito amor» en medio de una lluvia de papel picado.
El show fue festejado con aplausos y gritos de emoción entre los manifestantes opositores fuera del Congreso y en las calles de todo el país, con bocinazos y fuegos artificiales. En tanto, los rostros de los simpatizantes de la presidenta se llenaron de lágrimas y para ellos la noche se volvió más oscura.
«Los golpistas vencieron aquí en la Cámara, pero esta derrota provisoria no significa que terminó la guerra», advirtió el líder de la bancada del PT, José Guimarães, con la voz entrecortada.
10 segundos para la historia
Los diputados tenían poco tiempo para justificar el voto
Carlos Andrade
Partido Humanista Solidaridad
«No es una historia de ricos contra pobres, ni de izquierda contra derecha, sino de nación contra corrupción. Voto sí»
Paulo Pimenta
Partido de los Trabajadores
«No reconozco la legitimidad de Eduardo Cunha para conducir este proceso. Contra el golpe, contra los golpistas, voto no»
Janete Capiberibe
Partido Socialista Brasileño
«En defensa del voto popular y de las reglas democráticas, voto no porque no existe crimen. ¡Fuera Cunha!»
Bruno Araujo
Partido Socialdemócrata Brasileño
El voto que definió
«Cuánta honra me reservó el destino para que de mi voz saliera el grito de esperanza de millones de brasileños. Pernambuco nunca le falló a Brasil. Por la libertad y la democracia, votó sí por el futuro»
El calvario recién empieza
¿Empezó el juicio político?
No, ayer el proceso fue aprobado por la Cámara baja (necesitaba dos tercios). Ahora pasa al Senado, donde debe ser aprobado por mayoría simple. Recién ahí empezará
¿De qué se la acusa?
De haber maquillado la cuentas públicas y crear partidas presupuestarias sin autorización del Congreso para esconder el déficit. Son las llamadas «pedaleadas»
¿Qué pasará con Dilma?
Si el Senado aprueba el juicio político, será apartada del cargo por hasta 180 días y la reemplazará el vicepresidente Michel Temer, a quien Dilma acusa de conspiración
¿Y si es hallada culpable?
Si dos tercios del Senado la condenan, Dilma será destituida e impedida de ejercer cargos durante ocho años. El vicepresidente Temer concluirá su mandato
¿Y la corrupción?
Dilma hasta ahora no se ha visto implicada directamente en el llamado petrolão, el escándalo de corrupción de Petrobras. Sin embargo, fue involucrada por arrepentidos
¿Qué otros frentes tiene?
Tiene una demanda ante el tribunal electoral por financiamiento ilegal de campaña. Si fuera hallada culpable, se les revocará el mandato ?a ella y a Temer, y se convocará a elecciones.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1890411-dilma-cerca-del-final-aprueban-por-amplio-margen-el-juicio-politico
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