San Rafael, Mendoza 24 de noviembre de 2024

El sentido sobrenatural de la Gesta de Malvinas

1511

El día 2 de abril se conmemora en la Argentina el día de las Islas Malvinas. Su importancia radica en ser una acción netamente patriótica y católica. La Virgen Santísima fue quien defendió la entrega heroica de los soldados, que debe prevalecer por encima de todo lo demás. Ya España reclamaba frente a Francia y a Inglaterra sus derechos sobre las islas, venido desde el Patronato de Indias. En su corta existencia, Argentina se opuso firmemente a todas las invasiones inglesas, tanto de su territorio continental como de sus islas (aunque debería haberlo hecho mucho más frente a la perversa ideología liberal que terminaron introduciendo).Hacemos público con esta publicación los textos que se leyeron el 27 de noviembre de 2015, en la parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, de Santa Rosa, La Pampa, al bendecir la imagen de Nuestra Señora de las Malvinas, colocada frente a la plaza homónima.

Quiero agradecer particularmente a la Sra. María Delicia Rearte de Giachino, madre del Capitán Pedro Giachino, primer caído en Malvinas, por el envío de sus palabras, haciéndose presente de este modo en esta bendición y en este homenaje. ¡Que el Señor suscite en nuestra tierra otras mujeres y otros hijos como ellos, para que Cristo reine en nuestro suelo!

BENDICIÓN DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MALVINAS
  • Palabras introductorias: llegada de la procesión e introducción de la explicación de la gesta de Malvinas

Luego de haber proclamado públicamente nuestro amor a Dios y al prójimo, llevando en andas a la Santísima Virgen, y deseando que nuestro mejor tesoro, que es la fe católica, se difunda no sólo entre nosotros, sino también a nuestros familiares y amigos, e incluso a nuestra Patria, bendeciremos la imagen de Nuestra Señora de las Malvinas, que nos recuerda el último combate en favor de la soberanía nacional. Para explicar el significado más profundo de tal hazaña, escucharemos algunas palabras.

VIRGEN MALVINAS imprenta 2La bendición de la imagen de Nuestra Señora de Las Malvinas nos da la oportunidad de detenernos a pensar qué significa el amor a la Patria y qué significado tiene para nosotros la gesta de Malvinas. Nos brinda la oportunidad de sacudirnos el polvo del error que por estos tiempos envuelve a los argentinos en lo que toca a la Guerra Justa de Malvinas. Nos brinda la oportunidad de mirar esta Gesta Santa con visión católica y nacionalista. Hagámoslo con palabras del Padre Alberto Ezcurra:

“Para nosotros como cristianos, como católicos, el amor a la Patria es un deber; es parte del mandamiento del Señor que nos manda amar a nuestros prójimos.  Y es un deber también como hijos: el mismo cuarto Mandamiento que nos manda amar a nuestros padres, nos manda también amar a nuestra Patria porque de los padres y de la Patria nosotros recibimos la vida.

Se podría decir que no sería buen católico aquel que no es capaz de amar a esta tierra en la cual Dios lo hizo nacer. A este rincón del mundo que se llama la República Argentina. Porque no nacimos aquí por casualidad, sino que fue la Providencia de Dios que quiso que viniéramos al mundo en este rincón del mundo y en este tiempo de la historia.

El Papa Juan Pablo II al hablarnos del amor a la Patria, nos hablaba de ese amor llevado si es necesario hasta el sacrificio. Dar la vida por la Patria. Y esto nos hace pensar en Malvinas y en los caídos que entregaron su vida por la Patria. Y a ellos podemos referir también, a su gesto, a su heroísmo, a su sacrificio, aquellas palabras de Cristo: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos».

Es fácil amar a la Patria en los discursos, es fácil amar a la Patria con la boca, con la lengua, con las palabras. Es fácil amar a la Patria con promesas, con declamaciones, pero el ejemplo que nos dieron estos héroes del Atlántico Sur fue el amor a la Patria llevado hasta la entrega de lo más grande que el hombre puede tener en el orden natural, hasta la entrega de la vida. Y por eso mismo, porque dieron la vida en ese amor gigante de la Patria, podemos decir que su sacrificio no fue inútil. Y lo podemos decir aunque quieran a toda costa convencernos de que así fue.

Por más que se quiera desmalvinizar el espíritu de los argentinos, no se podrá, porque el espíritu de Malvinas es un espíritu patriótico que no transa con la mentira, que no transa con la injusticia, que no transa con aquellos que son enemigos de la Patria desde afuera o desde adentro, enemigos del cuerpo de la Patria o enemigos del alma de la Patria. Porque es espíritu de heroísmo y de coraje, y entonces ese espíritu molesta a los entreguistas, molesta a los cobardes; ese espíritu molesta a aquellos que son cómplices de la presencia del extranjero en nuestra Patria, a aquellos que son cómplices de que estemos sujetos al imperialismo internacional del dinero; a aquellos que prefieren la cobardía, la mentira de las asambleas, de los parlamentos internacionales, al gesto claro, al gesto heroico. Entonces nos dicen que eso fue una locura, un gesto inútil, un sacrificio vano. No es cierto; no existe un sacrificio inútil cuando ese sacrificio ha sido hecho por una causa grande. No existe un sacrificio inútil. Ante Dios no hay héroes anónimos, ante Dios no existe el soldado desconocido. Ante Dios cada uno de los que han dado su vida por una causa grande, tiene nombre y apellido y tiene un lugar en el premio de Dios.

Lo mismo podemos decir que para Dios no existen sacrificios inútiles y son también palabras de la Escritura Santa: «La semilla que no cae en la tierra y muere, no da fruto».

Podemos decir de la Guerra de las Malvinas: los cuerpos de nuestros soldados que se pudren en la turba de las Malvinas, los cuerpos de nuestros pilotos de la Fuerza Aérea que están en los mares helados del Sur, son semilla sembrada que un día, cueste lo que cueste y tenga que pasar el tiempo que tenga que pasar, esas semillas un día van a fructificar en una Patria nueva, van a fructificar en una Patria distinta, van a fructificar en aquella Patria por la cual se sacrificaron. En aquella Patria a la cual entregaron su vida. El ejemplo de coraje y de heroísmo no lo podemos olvidar.

Para terminar dirijamos a Dios Nuestro Señor esta oración: «Señor, hay muchos motivos para que estés enojado con este pueblo: porque en esta Patria que nació cristiana, porque en esta Patria que lleva en su Bandera los colores del manto de la Virgen, son muchos los que se olvidan de ese origen, son muchos los que vuelven las espaldas a Dios y vuelven las espaldas a Cristo. A pesar de todo Señor, acuérdate de nosotros. Señor ten piedad de esta Patria. No mires nuestros pecados ni nuestras debilidades, Señor, sino el sacrificio de aquellos que amaron a la Patria y de aquellos que te amaron. Señor, acuérdate de esta Patria donde tu Madre un día en su imagen de la Virgen de Luján quiso detener milagrosamente las carretas para quedarse en ella y para ser nuestra Madre del Cielo».

  • Marcha de Malvinas

“Amar la Patria es el amor primero, y es el primer amor después de Dios, y si es crucificado y verdadero, es un solo amor, no son dos.” Con estas palabras, el padre Castellani nos incitaba a amar la Patria con amor efectivo y afectivo. Nuestro afecto por la Patria se expresa en el canto de los himnos y las marchas patrióticos. Entonemos entonces, con fervor, la marcha a las Malvinas.

¡Tras su manto de neblinas,

no las hemos de olvidar!

“¡Las Malvinas, argentinas!”

clama el viento y ruge el mar.

Ni de aquellos horizontes

Nuestra enseña han de arrancar,

pués su blanco está en los montes

Y en su azul se tiñe el mar.

Por ausente, por vencido

bajo extraño pabellón,

ningún suelo más querido

de la Patria en la extensión.

¿Quién nos habla aquí de olvido,

de renuncia, de perdón?

¡Ningún suelo más querido

de la Patria en la extensión!

¡Rompa el manto de neblinas,

como un sol, nuestro ideal;

“Las Malvinas, argentinas

en dominio ya inmortal”!

Y ante el sol de nuestro emblema.

Pura, nítida y triunfal,

brille, ¡oh Patria!, en tu diadema

la perdida perla austral.

coro ¡Para honor de nuestro emblema,

para orgullo nacional,

brille, ¡oh patria!, en tu diadema

la perdida perla austral!

  • Presentación del Capitán Pedro Giachino

Escucharemos ahora unas palabras sobre el primer soldado argentino que cayó en suelo malvinense, y gracias al cual las recuperamos temporariamente, el Capitán Pedro Giachino.

PEDRO EDGARDO GIACHINO

Realizó sus estudios primarios y secundarios en Mendoza, ingresando a la Armada Argentina el 3 de febrero de 1964 y recibiéndose de Guardiamarina de Infantería de Marina el 30 de diciembre de 1967.

En febrero de 1968 realizó un curso de comandos para infantes de marina en Tierra del Fuego, y luego se lo destinó al Batallón de Infantería de Marina Número 5, completó su formación como comando anfibio al calificarse como paracaidista militar en la Brigada de Infantería Aerotransportada del Ejército Argentino, en Córdoba. A fines de 1975 fue ascendido a teniente de navío.

El 31 de diciembre de 1981 asumió su último cargo: segundo comandante del Batallón de Infantería de Marina número 1.

DURANTE LA OPERACIÓN ROSARIO “operación realizada para recuperar las Malvinas se pidió la protección a la Virgen del Rosario, LA MISMA VIRGEN A LA CUAL LINIERS LE OFRECIO EL TRIUNFO DE LA PRIMERA INVASION INGLESA EN 1806.” GIACHINO era jefe de una patrulla de Comandos Anfibios y Buzos Tácticos que desembarcó el 1 de abril de 1982 durante la noche, en una playa al sur de Puerto Argentino.

GIACHINO intentaba obtener la rendición del gobernador REX HUNT, mientras las tropas argentinas ingresaban a la capital isleña. Al ver que no podía lograr la rendición británica, avanzó solo hacia el interior de la casa del Gobernador, derribando una puerta. Allí una ametralladora lo hirió a quemarropa. Su segundo, el teniente de fragata Diego García Quiroga, quiso sacarlo de la línea de fuego siendo también herido de gravedad. Un cabo enfermero intentó rescatar a los dos tenientes, siendo también herido.

Los infantes de marina británicos creyeron que los atacaba una fuerza de 200 infantes, cuando en realidad la patrulla de GIACHINO estaba compuesta por 16 comandos.

Por esta acción GIACHINO recibió de manera póstuma la Cruz al Heroico Valor en Combate, la máxima condecoración militar de la República Argentina. Además fue ascendido post mortem al grado de capitán de fragata de Infantería de Marina.

En los fundamentos por los que se le otorgó la cruz se indica:

Siendo Jefe de una Fracción de combate durante las acciones de recuperación de las Islas Malvinas, encabezar el asalto final enfrentando a un grupo enemigo y pese a ser gravemente herido continuar impartiendo órdenes e impedir ser tomado prisionero logrando, a despecho de su propia vida, que sus subordinados operaran decididamente en la conquista del objetivo asignado, cumpliendo la orden de no producir bajas en el enemigo aún a costa de su propia vida.”

También fue declarado «héroe nacional» por la ley 24.950  promulgada el 3 de abril de 1998.

Fue sepultado con honores militares en el panteón de Puerto Belgrano, pero por pedido expreso de su hija de 13 años al presidente Raúl Alfonsín, sus restos fueron trasladados al Cementerio de la Loma, en Mar del Plata, ciudad de donde es oriunda su esposa y donde residía su familia.

HONOR y GLORIA AL PRIMER MUERTO POR LA PATRIA EN LA RECUPERACIÓN DE NUESTRAS ISLAS MALVINAS.

  • Invocación religiosa de María Delicia Rearte de Giachino

La madre del Capitán Giachino, María Delicia Rearte, fue invitada para participar en esta bendición. Dada su avanzada edad, no pudo viajar. Se ha hecho presente, sin embargo, con sus oraciones y con una invocación religiosa, que escucharemos a continuación.

NUESTRA SEÑORA DE LAS MALVINAS

¡Salve María! Nuestra señora de las Malvinas, reina de los vientos, de los mares y la turba, que noche a noche proteges el sueño solitario de nuestros hombres arrullando con tu amor de madre la soledad gloriosa de su entrega…

¡Salve María! Que portando en tu mano derecha el laurel de la victoria, tu cabeza envuelta en rústico rebozo, tu cuerpo protegido con el calor criollo del poncho tejido por los ángeles, tu manito izquierda mostrando la soledad de esa tierra en señal imperiosa de reina y tus piecitos calzados en dura bota, firmes en esas islas, donde duermen sus sueños de grandeza, nuestros amores que un día partieron a la entrega total, con un rosario y un fusil, con valor y orgullo, con inocencia y coraje, con tu nombre en sus labios y el corazón henchido de ilusión…

¡Salve María! Que con tu belleza adornada por preciosa corona, recorres noche a noche las blancas cruces de Darwin, llevándoles el beso de las esposas, de las hijas, de las novias, de las madres, que en vos hemos depositado nuestro manantial de dolor sabiendo que conoces el sabor de las lágrimas que al pie de la cruz escondiste en tus ojos bellísimos…

¡Salve María! Que en ese cielo brumoso, en ese viento implacable, en esa turba atrapante, desafías la mentira y el oprobio, el despojo y la traición, que tiñes de celeste y blanco ese pedazo de patria tan lejano y tan cercano en la grandeza del sacrificio, a vos Nuestra Señora de las Malvinas, vaya nuestro ruego para que todo aquel que supo transitar la belleza arrasante de aquel pedazo de tierra trayendo a su futuro las heridas incurables del cuerpo y el alma, encuentren en tu mirada la promesa sagrada de la gloria …

¡Salve María! Que en estos momentos de oscuridad en nuestra amada argentina, ilumines con la luz incandescente de la libertad y la justicia, las mentes de aquellos que por la sangre de Malvinas, hoy rigen los destinos de una soberanía que no saben reconocer y de una patria que no saben honrar…

¡Salve María! Nuestra Señora de las Malvinas, bendícenos y guárdanos y honra con la corona de los elegidos a nuestros hombres, que en entrega total besaron tu rosario en la fría soledad del pozo…

Nuestra Señora de las Malvinas, espéranos… ¡¡¡volveremos!!!

María Delicia Rearte de Giachino

DNI 1605228

Santa Rosa (La Pampa)

27/11/2015

  • Bendición de las estampas de la Santísima Virgen

El padre Jorge Hidalgo bendecirá ahora las estampas de la Santísima Virgen que luego los monaguillos repartirán entre todos los presentes.

  • Bendición del cuadro de Nuestra Señora de las Malvinas

A continuación se bendecirá el cuadro de Nuestra Señora de las Malvinas, que quedará expuesto frente a la plaza homónima, que está circundada por calles que llevan los nombres de los soldados pampeanos caídos en Malvinas.

  • Oración a Nuestra Señora de Malvinas

Invitamos ahora a todos a rezar la oración compuesta por el padre Luis Murri, en honor a la Bienaventurada Virgen.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE MALVINAS

¡Oh dulce Virgen María!, Madre de Dios y nuestra, Reina de la Argentina, Tú que viste nacer nuestra Patria a la sombra de la Cruz y bajo tu cetro real, y que para custodiar su cuerpo y su alma suscitaste tantos héroes, escucha benigna nuestras súplicas por esta porción de la Patria tan dolida y tan amada: nuestras islas Malvinas.

Te pedimos por los caídos, que en la turba o en el fondo del mar siguen de guardia permanente, esperando el relevo de un puesto que nos pertenece, y que son para cada argentino un ejemplo, un estímulo y un reto.

También por los que volvieron, dejando atrás días de gloria. Que su sola presencia entre nosotros sea un reproche a nuestra comodidad. Que tanto unos como otros, que supieron desposarse con el honor, nos recuerden siempre que tenemos para con ellos un compromiso y un deber, y que aún sigue una deuda pendiente: la victoria final. Que su sangre derramada generosamente no sea estéril, sino que sirva para redimir el alma de la Patria de tantos pecados.

Finalmente, por todos los argentinos, para que jamás nos avergoncemos de aquellas cosas grandes que nos identifican y nos unen como Nación. Que teniendo por delante el ejemplo de los héroes y aquella gesta que ellos comenzaron un glorioso 2 de abril, no perdamos nunca la esperanza. Hasta que tu manto amoroso, nuestra bandera, vuelva a flamear en Malvinas y la Cruz de Cristo quede clavada en sus entrañas para siempre. Amén.

  • Invitación final a participar de la santa Misa

Luego de este sencillo homenaje en honor de la Madre de Dios y de aquellos que lucharon por nuestro suelo argentino, invitamos a todos los presentes a pasar al Templo parroquial para la celebración de la santa Misa. Muchas gracias.

Padre Jorge Luis Hidalgo

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Sé el primero en comentar en «El sentido sobrenatural de la Gesta de Malvinas»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*