Los bonos y las acciones ofrecen las mejores alternativas, pero requieren que el inversor espere entre seis meses y un año
Las restricciones de 2015 a la compra de dólares forzaron a ahorristas conservadores y que rara vez se movían del dólar o del plazo fijo a la compra de instrumentos más sofisticados como bonos y acciones, y el Boden 2015 fue la estrella de ese escenario. La salida del default, ante un casi seguro acuerdo con los fondos buitre, ofrece nuevas alternativas, pero no es sencillo elegir dónde poner el dinero con el dólar libre pero volátil y la inflación corriendo a alta velocidad.
«Los inversores tienen que estar atentos a la capacidad del Gobierno de poder anclar las expectativas de inflación, reducir la volatilidad del tipo de cambio y a la resolución del conflicto con los holdouts, que liberarían el acceso al financiamiento nacional, provincial y corporativo», explica Pablo Castagna, director de la sociedad de bolsa Puente. La resolución exitosa de esos pasos implicaría que la Argentina recupere el camino de crecimiento y salga de la recesión que atraviesa, para que aparezcan nuevos negocios.
El hit de moda entre los bancos son las Lebac, un instrumento en pesos que emite el Banco Central y que tiene una tasa de interés superior al 35% en las últimas colocaciones, y que permiten ganar entre 4 y 5 puntos porcentuales más que si se pone el dinero en un plazo fijo. Además, como el pagador de ese documento es la entidad monetaria -la responsable de emitir pesos-, el riesgo de impago es inexistente.
Para poder invertir, sólo hace falta tener una cuenta comitente en una sociedad de Bolsa, que puede abrirse en una financiera o directamente en un banco, ya que en la mayoría de los casos tienen también sociedades de Bolsa. El ahorrista transfiere los fondos que invertirá, le da la orden a la entidad para que compre Lebac y en su cuenta aparecerá ese instrumento. A los 35 días estarán depositados los pesos más los intereses generados en la misma cuenta.
Con los bonos hay dos opciones: los más conservadores pueden optar por comprar con pesos bonos nominados en dólares que rinden una tasa de interés en esa moneda superior al 7% anual. Eso significa que el inversor los compra hoy y espera a la fecha de vencimiento para recuperar el dinero que puso, pero en el mientras tanto recibirá los intereses. Es como tener un plazo fijo con un vencimiento más largo. El Global 2017 es una alternativa de vencimiento relativamente rápido. Otros títulos que se inscriben en esa lista son el bono de la provincia de Buenos Aires 2021, que tiene un rendimiento del 9% anual; el de la provincia de Córdoba 2017, que rinde 7,5%, y en el mundo de las empresas, el de YPF 2024, que deja un interés del 8,5%, siempre en dólares.
La alternativa para los que se animan a un poco más de riesgo y están dispuestos a ver en el corto plazo subir y bajar su inversión son los bonos a largo plazo, con vencimiento más allá de 2030. Pero no para esperar a que llegue esa fecha para cobrar el capital, sino para comprarlos barato ahora y venderlos caros cuando la economía se haya normalizado. «Los bonos de largo plazo de la Argentina en la actualidad rinden entre el 6 y el 9% anual, y si se da una baja del riesgo país van a pasar a una tasa de entre el 4 y el 7% anual», dice Corujo. Es decir, si hoy se paga 92 dólares por una plancha de un bono de 100 dólares, cuando las tasas bajen podría venderse a 96 dólares. La ganancia es en este caso por la apreciación, no por el rendimiento. El nacional DICA que vence en 2033 y el de la provincia (BPLD) que vence en 2035 son dos alternativas que recomiendan en Portfolio Personal para esa apuesta.
Con cautela, las acciones son una alternativa también para aprovechar en una economía que sale del default. «Sin comprometer más de 10 o 15% del patrimonio, la mejor alternativa de este año son las acciones del panel general del mercado de valores», recomienda Claudio Zuchovicki, experto en finanzas. En la Argentina hay un grupo de acciones que se llaman líderes, que son las empresas de mayor dimensión, cuyos papeles se compran y venden con mayor liquidez y que en la mayoría de los casos cotizan también en Nueva York, mientras que las del panel general son empresas más chicas y con menos movimiento.
«El Gobierno dice que con la llegada de fondos va a financiar infraestructura, por lo tanto las pymes proveedoras deberían ganar. Lo mismo para las vinculadas a las economías regionales, a las que les sacaron las retenciones y deberían tener acceso a mejor crédito», dice Zuchovicki para señalar dónde poner la mira y elegir las empresas más atractivas.
Conservadores vs. arriesgados
Las opciones recomendadas para todo tipo de pequeños ahorristas
Corto plazo
La inversión de moda son las Lebac que permiten ganar entre cuatro y cinco porcentuales más que un plazo fijo. Además, como el pagador es el BCRA el riesgo de pago es inexistente
Mediano plazo
Para aquellos dispuestos a esperar seis meses, los bonos ofrecen las propuestas más interesantes. Los mejores rendimientos los tienen los bonos con vencimientos allá de 2030
Riesgo alto
Las acciones están más sujetas a la volatilidad, pero también implican grandes oportunidades porque quedaron retrasadas frente a otras opciones de inversión
Panel general
Las acciones que integran el panel general son las preferidas de los analistas, porque se pueden ver beneficiadas por el impulso a los planes de infraestructura y la mejora de las economías regionales
Fuente:http://www.lanacion.com.ar/1881180-inversiones-de-bolsillo-para-aprovechar-las-oportunidades-que-abre-la-salida-del-default
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