San Rafael, Mendoza martes 30 de abril de 2024

Por la inflación, los mendocinos cambian su forma de comprar

compras El aumento de precios, que se aceleró con fuerza desde noviembre, obliga a nuevas estrategias para la economía familiar.

Alrededor de 85.000 mendocinos solicitaron ser incluidos en la tarifa social del consumo eléctrico domiciliario en momentos en que la crisis económica se profundiza mientras que la canasta básica en Mendoza –para cuatro personas– cuesta 18.380 pesos. En tanto, se conoció que la canasta nutricional que marca la línea de la indigencia, costó en febrero 3.771 pesos, y la canasta básica total, que marca la línea de la pobreza, está en 8.560 pesos.

El problema de enfrentar precios nuevos con salarios viejos, obligó a los mendocinos a modificar sus hábitos de compra que en gran número van a los mayoristas y dejan las compras chicas para hacerlas en el barrio. Buscan bajar lo que pagan por los servicios y presionan a las empresas de TV por cable y las de telefonía celular. Incluso es una constante el dar de baja los servicios de TV y cambiar, a la baja, planes telefónicos.

Las estadísticas

“La canasta básica en Mendoza para una familia de cuatro personas está en 18.380 pesos mensuales de acuerdo a los valores de febrero pasado”, dijo el economista José Vargas, de la consultora Evaluecon, quien agregó que los rubros que más aumentaron en febrero fueron Educación en 30%, Salud en 22% y Alimentos y Bebidas en 15%.

En tanto, la organización Barrios de Pie sumó los datos correspondientes a febrero: ”La canasta básica nutricional para Mendoza es de 3.771 pesos mientras que la canasta básica total llega a los 8.560 pesos», según indicó Karina Ferrari, referente de esa organización.

Asimismo, Ferrearis destacó que la primera canasta mide los valores nutricionales y marca el nivel para no caer en la indigencia. La otra canasta, la total, es el ingreso mínimo de la familia tipo para no caer en la pobreza.

La medición de Barrios de Pie fue realizada sobre 50 productos, 1.467 precios, en 120 comercios de los municipios del Gran Mendoza y Junín y San Martín.

Según los últimos datos correspondientes al INDEC del segundo trimestre del 2015, el 21,2 por ciento de la población de Mendoza es pobre y 3 por ciento es indigente.

Desde noviembre a la fecha, los aumentos en los artículos de la canasta familiar sumados a las  tarifas de los servicios, llegan a 55 o 60 % sin contar indumentaria y calzados que, en algunos casos, alcanzaron subas de 150%.

Las razones son varias, pero principalmente algunas medidas de política económica que se tomaron en los primeros días del gobierno de Mauricio Macri. Por ejemplo, la devaluación, ya de 60%, pegó duro en los ingresos de los asalariados, a la vez que los alimentos, en su mayoría, aceleraron la suba por la eliminación de retenciones a la carne y a los granos.

Así, el salario de ha visto muy golpeados, sin poder alcanzar, vía paritarias, el poder de compra que tenía el año pasado, cuando, según incluso las consultoras privadas, hasta noviembre la inflación venía desacelerándose.

Cambios obligados

Esos tremendos incrementos obligan a cambiar la forma en que la gente compra: aumentó el número de usuarios que van a los mayoristas para hacer el antiguo pedido mensual y dejan para el almacén de barrio las compras diarias como carne, pan y verduras.

Siempre se suma como un beneficio inestimable que en algunos almacenes todavía dan “fiado” aunque se trate de clientes de varios años y de absoluta confianza.

Hay que decir también que en los barrios aumentó el número de kiosco, verdulerías, carnicerías  y almacenes agregando indumentaria, calzados y algunas ferreterías muy pequeñas.

Muchos grupos siguen haciendo las compras comunitarias, como en el 2001, buscando beneficios por la adquisición de grandes cantidades de mercadería.

Enojados

“La gente está indignada con los supermercados porque entienden que son los responsables de los aumentos de precios», dijo Mario Vadillo, de la ONG de defensa de consumidores Protectora.

Además, confirmó que cada vez más gente compra en los hipermercados mayoristas, busca las segundas marcas  y las compras chiquitas las hace en el barrio.

Además, las familias están dejando los servicios de televisión por cable o satelital y bajan los planes de la telefonía celular aunque las empresas, para no perder clientes, ofrecen descuentos de 15 o 20 por ciento.

Otro tema preocupante son los alquileres, ya que pesan mucho al momento de elaborar los costos del mes. Los contratos de alquiler en Mendoza están registrando un aumento de 30 por ciento en sus actuales renovaciones que ya no se hacen en forma anual sino cada 6 meses.

Mientras tanto, desde el Mercado del Acceso Este, Gerardo Martí, apuntó que han notado que «aumentó en las últimas semanas la cantidad de gente que hace sus compras semanales en ese lugar».

El dirigente aclaró que es «lógico» que más mendocinos vayan al mercado porque “encuentran los precios mucho más baratos y pueden hacer una diferencia económica”.

Compras en la feria.

Así, la caída del salario real, los aumentos de precios y de servicios –la luz está llegando con montos muy superiores al del vencimiento pasado–, han golpeado en el poder adquisitivo de los mendocinos, generando a su vez una caída en el consumo. Y aún falta el tan mentado aumento del gas, que coincidirá con los meses del otoño.

Fuente: http://www.elsol.com.ar/nota/261825/provincia/por-la-inflacion-los-mendocinos-cambian-su-forma-de-comprar.html

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