Sin compromisos entre semana por Copa Libertadores, River sólo piensa y trabaja con la cabeza puesta en el Superclásico. Por eso, en el entrenamiento matutino del jueves, Gallardo diagramó una práctica de fútbol en la que le dio ruedo al posible equipo para recibir a Boca.

La buena noticia de la jornada fue la aparición de Lucas Alario, quien el miércoles se retiró de la práctica por una inflamación en la rodilla izquierda. El ex delantero de Colón participó del entrenamiento con normalidad y formó dupla de ataque con el uruguayo Rodrigo Mora.

En el fondo, el entrenador no modificó la ecuación. Barovero en el arco, mientras que Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Emanuel Mammana y Leonel Vangioni estuvieron en la última línea.

El mediocampo presentó algunas variantes y las primeras incógnitas: Ignacio Fernández ocupó el lugar de Joaquín Arzura, quien fue titular el lunes ante Independiente. El ex Gimnasia se movió en el centro de la cancha junto a Leonardo Ponzio. Por la derecha estuvo Camilo Mayada, aunque Gallardo tampoco descarta la posibilidad de incluir a Nicolás Domingo. Y en la izquierda se presentó otra duda: Gonzalo Martínez o Sebastián Driussi. El Muñeco decidió probar un rato con cada uno.

De ser por el tiempo que les dio a cada uno en el entrenamiento, parecería que Mayada tiene más chances que Domingo y Driussi estaría por encima de Martínez.

Otra de las sorpresas de la práctica fue la presencia de Andrés D’alessandro. El volante, quien se recupera de una distensión en el isquiotibial derecho, volvió a trabajar con la pelota tras la lesión, aunque sólo integró el equipo de los suplentes durante 20 minutos. Su breve participación abre un signo de pregunta respecto de su presencia en el banco el próximo domingo, aunque la intención del cuerpo técnico es no apurarlo. El uruguayo Tabaré Viudez, afectado por un cuadro de pubalgia, también jugó unos 20 minutos para los relevos.